BIZCOCHO DE CASTAÑAS Y PEPITAS DE CHOCOLATE

Como lo prometido es deuda, nos volvemos a encontrar tras nuestro paseo otoñal por Quinto Real de hace unos días, en esta ocasión, para compartir con todos vosotros un sencillo, pero rico bizcocho de castañas y pepitas de chocolate.

Y es que nada mejor para reponer fuerzas tras una mañana de paseo por el bosque húmedo, que un sencillo bizcocho otoñal.

La idea inicial era prepararlo con las castañas que habíamos recogido esa mañana en el bosque, y añadirlas en forma de pequeños tropiezos y en forma de crema, pero finalmente las castañas que habíamos reservado para los tropiezos acabaron en el horno y cayeron bajo las garras de los comensales, así que no hay tropiezos. Eso si, vosotros podéis añadirlos, es otra opción y se me antoja que muy acertada.

El bizcocho es sencillo, lo hemos preparado con harina de castañas y crema de castañas, y no hemos querido añadir mas que un poco de chocolate en forma de pepitas, como guiño a los mas peques.

La harina de castañas es fácil de encontrar en esta época del año, tanto en tiendas ecologicas, como en tiendas on line, o incluso comercializada por empresas que todos conocemos.

En cuanto a la crema de castañas, la preparé siguiendo la receta que podéis encontrar aquí, pero si no os apetece trabajar, podéis usar una de las que se comercializan en conserva.

Vamos con la receta que es sencilla.

INGREDIENTES:  (Para un molde de 20 x 10 cm)

• 250 gr de Mantequilla a temperatura ambiente
• 150 gr. de Azúcar común
• 1 Cucharita de café de extracto de vainilla
• 4 huevos
• 250 gr. de Harina común tamizada
• 100 gr de Harina de Castañas tamizada
• 1 Cucharita de café de Gasificante para repostería (Royal)
• Una pizca de sal
• 250 gr. de Crema de Castañas.
• 2 Cucharadas de Ron
• 100 gr. de pepitas de Chocolate

PREPARACIÓN:

Comenzamos con la crema de castañas:

Si os animáis a preparar vosotros mismos la crema de castañas, deberéis hacerlo en primer lugar, o incluso el día antes. De lo contrario ya sabéis, tiramos de crema de castañas en conserva.

A mi me suele gustar tener una lata en casa, porque las castañas me gustan a rabiar y la temporada es corta, así que cuanto se me antoja algo con castañas fuera de época siempre tengo una lata, para quitar el antojo.

Vamos con el bizcocho:

Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.

Enmantecamos y espolvoreamos de harina el molde. A mi me gusta forrarlo con papel de horno, porque dependiendo de los bizcochos, tienden a quedarse pegados en el fondo si llevan demasiado azúcar, y como decía mi abuelo… “el que evita la ocasión, evita el peligro”.. De esta forma no nos llevamos desagradables sorpresas.

En un bol mediano, mezclamos las harinas, la sal y el gasificante y tamizamos. Reservamos.

En un bol grande, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa y el azúcar se haya disuelto y la mezcla haya tomado un tono blanquecino. Eso significará que estará debidamente aireada, pues al incorporar aire a la mezcla esta se esponja, es cierto, pero tambien blanquea.

Yo este paso lo he hecho con mi Kitchen Aid y el accesorio de pala a velocidad 2-4, pero vosotros podéis hacerlo con la batidora de mano y las varillas.

Añadimos entonces el extracto de vainilla y volvemos a batir.

A continuación vamos incorporando uno a uno los huevos, no añadiendo el siguiente hasta que la mezcla haya absorbido el anterior.

Es el turno de la mezcla de harinas. La incorporaremos a la masa en dos o tres veces,  y las mezclaremos o bien con una espátula de goma o si hacemos uso de la Kitchen Aid con el accesorio de pala pero a velocidad baja.

Una vez que la harina está incorporada, es el turno de la crema de castañas. Debemos mezclarla bien para que todo quede integrado en una mezcla homogénea, pero sin sobremezclarla y sin batirla, para que no se nos vuelva dura y correosa. Ya sabéis que cuando mezclamos harinas con la grasa y lo batimos, el gluten se desarrolla y eso vuelve a la masa mas correosa. Nuestro bizcocho se transformaría en algo mas duro y poco agradable en textura al paladar.

Por último, añadimos las pepitas de chocolate, repartiendolas bien por la masa.

Vertemos la mezcla en el molde previamente preparado y la alisamos con ayuda de una espátula, ya que la mezcla será muy densa y para nada fluida.

Espolvoreamos más pepitas de chocolate sobre la superficie, para que queden bonito.

Horneamos durante unos 40-45 minutos o hasta que al introducir un palillo en el centro, este salga límpio, sin restos de masa.

Sacamos del horno, desmoldamos tras unos 5 minutos de espera, y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.

Servimos acompañado de un buen chocolate caliente, o como en nuestro caso con unas infusiones y un buen café.

Nosotros dimos buena cuenta del bizcocho…. ¿os animais vosotros a prepararlo? Es sencillo y entretendrá esas tardes de frío de otoño con los peques, regalando un pequeño dulce para la merienda o el desayuno también de los mas mayores.

A disfrutar.

Virginia