Los guisantes y trigueros han llegado al mercado, así que hoy os dejo una propuesta con esta crema de temporada, que se prepara de forma rápida y fácil, y nos apaña una cenita rica.
A los franceses los guisantes les encantan¡¡¡. La verdad es que siempre me ha hecho gracias el nombre que les dan, “petit pois”, no se por qué, pero cuando lo pronuncio me viene a la cabeza la princesita del cuento del guisante, con cientos de colchones y el guisante al fondo. Y es que con ese nombre, no es de extrañar, ¿no os parece?
Los guisantes parece que provienen de Oriente Proximo y se cultivan en toda la cuenta mediterranea y en India. Son ricos en vitamina B, A, fibra, hierro y potasio y contienen un 76% de agua, por lo que como véis contienen un montón de nutrientes y minerales.
Con tanta agua, debieramos pensar que no son excesivamente caloricos, pero por contra, también son ricos en hidratos de carbono, debido principalmente al almidón, por eso con esta crema de guisantes, practicamente no utilizaremos patata para ligar, lo justo para suavizar el sabor. De esta forma conservaremos ese color verde tan bonito y tan intenso.
La crema que hoy os presento mezcla dos productos de temporada, los guisantes y los trigueros, por eso tiene ese color tan alegre. Tan solo le añadimos a estos vegetales, media patata pequeña, un par de chalotas picadas muy finas, agua o caldo y unas hojas de salvia.
Esta crema si quereis, la podéis tunear para servirla de primer plato o de chupito en una comida o cena mas formal. ¿Cómo? Añadiendole un chorrito de vino blanco, vermouth o cognac, al gusto. Cualquiera de ellos le va que ni pintado.
La salvia, es una hierba aromática que me gusta utilizar mucho. Entre otras razones porque es casi la gran olvidada del herbolario habitual. Utilizamos albahaca, menta, oregano, tomillo, romero… pero pocas veces puedo ver salvia fresca en los mostradores de fruterias y supermercados. Bien es cierto que cuento con el tanto a mi favor, de que en el jardín tengo una plata bien hermosa de salvia, muy agradecida ella, porque todos los años renace con mas fuerza. Pero os tengo que decir que si os animáis a plantarla en casa, no os dará mucho trabajo y acompará a las mil maravillas, multitud de platos de carne y pescado a la brasa, además de cremas. El cultivar vuestras propias aromáticas os aseguro que produce casi tanta satisfacción como como cocinar o fotografiar y lo bueno es que siempre las tenemo a mano.
Yo además de utilizarla como condimento, tambien la utilizo en infusión, porque ayuda en los procesos digestivos y dicen que también en las alteraciones menstruales. Y como véis, también para decorar, porque como podéis comprobar, tiene unas flores malvas de lo mas vistosas y una aroma increible.
En cuanto al topping, se trata de picatoste triturados con jamón ibérico y unas hojas de salvia. Le dan el contrapunto crunchy y la nota de contraste de color. Pero si sois vegetarianos, podeis prescindir del jamón. Yo lo siento, pero ni loca¡¡¡¡
Para acompañar pan de salvia y semillas de amapola¡¡¡
Vamos pues con la receta:
INGREDIENTES: (Para 4 raciones)
- 500 gr. de guisanes frescos ya pelados.
- 1 manojo de trigueros
- 1/2 patata pequeña
- 2 chalotas
- 1 chorrito de vino blanco
- Unas hojas de salvia fresca
- Agua
- Aceite de oliva Virgen Extra
- Sal y pimienta recien molida
- Creme fraiche
Para el topping:
- Unos costrones de pan viejo frito o tostado (por eso de las calorías)
- Unas puntas de jamón ibérico
- Unas hojitas de salvia fresca
PREPARACIÓN:
Vamos con la crema:
Abrimos y pelamos los guisantes. Los lavamos bajo el chorro del grifo.
Lavamos los trigueros y les retiramos la parte baja del tallo. Cortamos las puntas, reservamos, y troceamos los tallos en tres o cuatro partes.
Pelamos la patata y cascamos en trozos una de las mitades.
Ponemos una cazuela a fuego medio con un chorrito de aceite. Picamos en brunoisse las chalotas y las añadimos a la cazuela cuando el aceite esté caliente. Dejamos que se poche a fuego medio.
Añadimos la patata y dejamos que se impregne de los sabores durante una par de minutos.
Vertemos entonces el chorrito de vino o cognac, si lo utilizamos y dejamos que se evapore.
Añadimos las hojas de salvia troceadas muy finas.
Es el turno de los guisantes y los trigueros troceados. Dejamos que adquieran el sabor y aroma del fondo de la cazuela.
Cubrimos con agua o caldo, lo justo para convertir nuestras verduras en una crema. Luego si queda muy espeso podremos ajustar textura añadiendo mas liquido, pero si nos pasamos ahora, luego es posible que no haya solución.
Dejamos cocinar a fuego medio alto, hasta que los guisantes estén cocinados. Los trigueros se harán antes. Ojo no paséis los guisantes del punto de cocción o perderán mas nutrientes y sobre todo, ese hermoso color verde.
Cuando estén cocinadas las verduras, dejamos entibiar y trituramos con la batidora de mano o la Thermomix hasta obtener una crema lisa y suave.
Salpimentamos y rectificamos la textura añadiendo mas caldo o agua.
Para el topping:
Tostamos o freímos (si no nos importan las calorías y apreciamos mas el sabor), unos trozos de pan viejo. Reservamos.
Añadimos unas puntas o lonchas de jamón iberico a los trozos de pan y trituramos todo con la batidora de mano. Reservamos.
En el momento de servir, picamos muy finas unas hojas de salvia fresca y las mezclamos con el topping. No lo hagais antes o las hojas como son frescas se oxidarán.
Tostamosbrevemente en la sartén las puntas de esparragos que teniamos reservadas.
Para el montaje:
Vertemos un par de cazos de la crema en el recipiente donde vayamos a servirla. A continuacion añadimos en el centro de la crema una cucharadita de topping, dos puntas de esparragos y una cucharadita de creme fraiche. Decoramos con una flor de salvia.
Servimos de inmediato con un bol con mas creme fraiche, mas topping crujiente de jamón y el resto de puntas de espárragos asadas. Los comensales lo agradecerán.
Una crema rápida y deliciosa que se acomodo perfectamente a una cenita rica o a una comida especial.
Consejos:
– Si no disponeis de Salvia, la menta va tambien de cine a esta crema.
A disfrutar.
Virginia
Clara (Delicias Baruz)
Vaya cosa rica, una crema para triunfar en la mesa. Un abrazo, Clara.
Nuria Eme
Buenos días guapísima !!!
A tu blog siempre llego con el mismo orden. Primero para recrearme la vista, que siempre viene bien y alimenta el espíritu y después ya entra en juego la imaginación y el paladar, y ya si, ya caigo rendida ante la receta.
Como siempre Virginia, un deleite en grado sumun.
Besotes gordos mi niña, feliz semana.
Paqui
Verde que te quiero verde!!! Qué rica esa cremita, me encanta!! Y servida en esos cuencos tan bonitos, que por cierto no serán nijareños? Esa cerámica es típica de Almería. Lo dicho, me apunto la receta y probaré la salvia que nunca la he utilizado. Saludos desde Almeria
Laura
Esos cuenquitos me vuleven loca y lo de dentro ni te cuento!! Una estupenda opción de plena temporada. Una maravilla de principio a fin Vir!!’
Besos mil!
Palmira
Es una crema que me encanta, nunca la he probado con toque de salvia pero como he plantado en el balcón es cuestión de ir a por ella… eso si, no tengo tantas flores como en tu ramo de salvia jejeje
Besos y feliz semana,
Palmira
ANA
Virginia, tengo todos los ingredientes en casa, incluida la salvia fresca en el jardín. Así que esta semana cae esta cremita rica para una de las cenas.
Que gustazo contar con aromáticas frescas siempre, le dan un aroma especial a todos los platos. Yo tengo un rincón del jardín dedicado a ellas y son tan agradecidas que duran todo e año y sin apenas cuidados.
En esta época me hincho a guisantes frescos, pero tengo un peligro que entre vaina y vaina van unos cuantos a la boca, son tan tiernos y dulces que no puedo remediarlo jejeje. Besos!
Ana
Milhojas de recetas
Una receta que con tu permiso me guardo en pendientes. Rica, sana, sencilla… qué más se puede pedir.
Feliz semana!!
Besos