Llega la primavera y ya tenemos en el mercado, una fruta que casi pasa desapercibida, los Nísperos. De hecho hasta hace bien poco era difícil encontrarlos en las fruterías,y su consumo se limitaba a aquellos afortunados que disponían de un Níspero en su huerta o jardín.
Es una fruta rica no, lo siguiente, con un punto jugoso y entre dulce y ligeramente acidillo, que probablemente debido a la cantidad que tenemos que desperdiciar del peso total de cada fruto, haya motivado que esté un tanto marginada.
El níspero, es una fruta pequeña, del tamaño de la mitad que una mandarina, y con forma ovoidal. Posee una piel anaranjada muy fina que se elimina fácilmente con una puntilla, pero que en su interior guarda entre 3 y 4 semillas “grandes” para el tamaño del fruto, recubiertas por un tejido un tanto grueso. La verdad es que tiene bastante perdida, pero vale la pena que si no los habéis probado, lo hagais, ahora están en el mercado y de plena temporada y que os animéis a preparar esta mermelada. Deliciosa.
Es una fruta ideal de las denominadas depurativas, por sus cualidades diureticas, cargada de vitamina C, potasio y flavonoides entre otros, por lo que tomada en las dosis adecuadas, ayuda a controlar el colesterol. Gastronómicamente hablando, el níspero es una fruta con bastante pectina, así que para mermeladas es ideal.
Es por ello que hoy, los he utilizado para preparar esta deliciosa mermelada, que no resulta nada empalagosa y lo mismo os puede servir para acompañar unas tostadas con mantequilla o un buen queso, con ese punto ligeramente acidillo, que para rellenar un pastel o preparar unos costrinis salados, o aliñar una vinagreta. Vamos una delicia.
Elegid frutos lo mas sanos posible, con su piel de color anaranjado suave, ya que las marcas negras que suelen aparecer, suponen casi siempre que donde aparecen, la pulpa está dañada.
Como suele ser habitual en mi desde hace algun tiempo, a esta mermelada le he añadido muy poco azúcar, y la he preparado con una cocción bastante corta, para conservar las propiedades de la fruta. La menor utilizacion de azúcar, supone un menor tiempo de coservación una vez abierto el frasco, al no tener tanto azúcar añadido que actúa de conservante, por eso os acosejo que optéis por frascos pequeños que os permitan terminar su contenido en poco tiempo, los de 125 ml son ideales. Por otro lado la corta cocción, obliga a macerar previamente la fruta con el azúcar antes, incluso toda la noche en la nevera, pero vale la pena.
Os dejo dos tipos de preparaciones, la tradicional y la de Christine Ferber, que es la que yo he seguido. Esta repostera francesa es mi guía en cuestión de mermeladas caseras y ella me cambió la forma de preparación de este tipo de conserva, utilizando menor cantidad de azúcar y realizando cocciones mas cortas que respetasen el sabor, color y textura de la fruta. Su libro “Mes Confitures” fue en su día un hallazgo para mi.
Para darle un punto especial, le he añadido zumo de naranja y Grand Marnier que le va de cine al sabor de esta fruta. Pero si no queréis, solo con la pulpa de los nísperos y el azúcar con las pieles de cítricos, también resulta deliciosa. Dependerá para que la vayáis a usar.
Dificulta: Fácil
Tiempo:
- 15 mituos de preparacion
- 1 noche en frío de maceración
- 15 minutos de cocción
INGREDIENTES: (Para 2 frascos de 125 ml cada uno)
- 600 gr. de nísperos pelados y sin las semilas (1,250 gr. de nisperos)
- 150 gr. de azúcar
- 50 ml de zumo de naranja
- 30 ml de Cointreau
- Pieles de 1/2 naranja y de 1/2 limón (sin la parte blanca)
Para acompañar he queso crema casero
PREPARACIÓN:
Limpiamos bien los nísperos, les retiramos la piel y las semillas interiores y la piel gruesa que las recubre. Troceamos la pulpa en un bol cerámico, no metálico.
Cubrimos con el azúcar, el zumo de naranja y el licor si los usamos y añadimos la pieles de naranja y limón. Toda la fruta debe quedar impregnada de ellos. Tapamos con film y mantenemos 2-3 horas o incluso toda la noche en el frigo.
Transcurrido este tiempo, ponemos en una cazuela de fondo grueso esta mezcla. A mi me gusta utilizar una gasita para envolver la piel de naranja y limón, para luego no tener que andar pescándolos a la hora de envasar la mermelada.
Preparación Tradicional: Ponemos a fuego medio bajo esta mezcla durante unos 15-20 minutos. Nuestra mermelada estará lista cuando alcance la temperatura de 104-º105ºC . Pero si queréis podéis hacer la prueba del plato, ya que la textura espesará al enfriar.
Preparación Christine Ferber: Tras macerar 2.3 horas la fruta, ponemos a fuego y llevamos ebullición, retiramos y cubrimos con papel de horno, llevando nuestra preparación una vez templada, toda la noche al frigo.
Al día siguiente, volvemos a llevar a ebullición, desespumamos si es preciso y cocemos durante 5-10 minutos.
En este punto trituramos un poco la mermelada, dejando trocitos visibles, no lo vayáis a hacer puré, aunque eso va al gusto, a mi me gusta encontrar pedacitos un poco más grandes de fruta que evidencien que se trata de una mermelada y que efectivamente hay fruta en su interior.
Una vez cocida nuestra mermelada, retiramos las pieles de cítircos y llevamos a tarros correctamente esterilizados ayudados un embudo para mermeladas preferiblemente, rellenando estos casi hasta el borde.
Tened en cuenta que la tapa debe ser hermética. Volteamos los frascos y dejamos que se enfríen en esta posición, o si preferís para que la duración de la conserva sea mayor, pasteurizamos, cociendo los frascos, como vimos en la publicación sobre “Conservas Caseras. Nociones Básicas para su preparación, conservación y esterilizacion”.
Guardamos al menos 1 mes antes de su utilizacion. Ideal para disfrutar de una merienda o desayuno de los de siempre.
Consejos:
– Os recomiendo la lectura del post “Conservas Caseras. Nociones Básicas para su preparación, conservación y esterilizacion”. antes de preparar cualquier mermelada, si no estáis familiarizados con sus preparaciones.
* Recipiente cerámico blanco con forma de lata de conserva de la ceramista francesa Nadine Sapena Negel “Jardines Secretos”
A disfrutar.
Virginia
Aisha
Cuando estuve embarazada de mi nena tenía antojo sólo de tres cosas, boquerones en vinagre, calamares a la romana y nísperos! Lo que las tres cosas son dificilillas aquí en Holanda. Los boquerones en vinagre no valen nada (si los encuentras)… los calamares a la romana son carísimos (y no valen gran cosa)… y los nísperos aún no he encontrado unos que digas que saben a níspero!
Seguro que tu mermelada está riquísima… en un buen pan… con un queso crema… y un café!!! Es pedir demasiado??? 😀
besos guapa!
mayca
Hola Virginia, ahora que comienza la temporada de albaricoques, quiero aprovechar para hacer la mermelada con la técnica que has explicado de Cristine Ferber, es la misma que la de los nisperos? tengo que hacer alguna modificación?.Podrías indicarme la cantidad de azucar por kgr de albaricoque.
Muchas gracias por adelantado, mayca.
Cuchy
Hola Virginia,
¿Donde puedo comprar la cerámica de Nadine Sapena? A ella la encuentro por internet, pero no consigo encontrar catálogo de productos o un sitio donde poder comprar algún plato.
Un abrazo
Javier
Cuando yo era niño los nísperos eran riquísimos. Como casi toda la fruta. Ahora hace años que no los encuentro decentes. todos son ácidos y sin sabor. Incluso haciendo mermelada los nísperos se han quedado en una fruta que no vale nada cuando se compra en los supermercados. Se tiende a comprar la fruta al por mayor verde; nada más que veamos los plátanos. Y las que maduran fuera del árbol son insípidas, sosas, sin sabor y ácidas.
La mayoría de la fruta que compramos no tiene sabor ni textura. Los nísperos los he comprado en una frutería donde voy siempre a por fruta de verdad. Ni siquera esos son buenos. Suerte los que teneis un níspero para obtener el fruto.