El Txangurro o Centollo a al donostiarra es un clásico en mi tierra. Un clásico junto con el centollo a la bizkaina que se presenta en frío y con vinagreta. Quizás por eso y porque se trataba de la época navideña, elegí esta receta como receta salada en el reto de Diciembre de “Tía Alia”.
Muchos podrían considerar en palabras de “el Comidista”, que se trata de un plato “viejuno”, entre otras razones porque hace ya años que desapareció de las cartas de los mejores restaurantes y hoy en día ha sido sustituido por platos mucho mas imaginativos y diminutos, con técnicas mas modernas, pero no por ello con menos trabajo. Es la evolución…
Sin embargo para mi seguirá siendo un clásico, que me apetecía tener en mi recetario particular y poder compartir con todos vosotros. O es que acaso determinados platos por tratarse de clásicos de siempre, se pueden considerar “pasado de moda” y no se disfrutan al calor de nuestras casa.
La receta que nos presenta Tía Alia, tiene algunas curiosidades que ddifícilmentecasan con el clásico Txangurro a la donostiarra, como es la incorporación de mostaza, o la salsa inglesa, por eso yo voy a compartir con todos vosotros la receta de Txangurro o Centollo a la Donostiarra que se prepara en casa.
Es principal conseguir unos Centollos o Txangurros de calidad, a poder ser centollas. ¿Cómo distinguir una hembra de un macho?. Facilísimo, al dar la vuelta al centollo, observareis que tienen una lengueta en la parte de la tripa. Pues bien, en las hembras esta lengueta es mas ancha y redondita, como la aparece dada la vuelta en la foto que estamos limpiando el centollo. En el macho sin embargo, esta lengueta es mas estrecha y puntiaguda.
Como os decía, la carne de la hembra es mas sabrosa y suelen venir con los llamados “corales”. El centollo suele ser mas pesado y quizás tiene mas carne, pero la carne de la centolla suele ser mas sabrosa. Los Centollos de las rías gallegas para mi gusto son extraordinarios. Recordad, el marisco siempre en mes con “R”(De septiembre a Abril).
Es fundamental darle una cocción en su punto. Habitualmente se realiza con agua de mar, pero sino con agua salada. El centollo, al igual que todos los mariscos con caparazón, como el buey, la langosta, el bogavante, la nécora…. se deben incorporar al agua cuando está fría, pues de lo contrario, el contraste con el agua hirviendo revienta el caparazón y hace perderse gran parte de la sustancia interior y que entre el agua.
La receta no tiene mucho misterio, un buen centollo, al que daremos una cocción en su punto. Lo mas trabajoso, el extraer la carne de las patas y el cuerpo. Un martillo, un cascanueces y una pintxos de marisco nos ayudarán en este menester.
Cuando tenemos la carne separada, prepararemos un sofrito de cebolla, puerro, y tomate aromatizado con brandy y al que incorporamos la carne del centollo. Todo al caparazón limpio, cubrimos con pan rallado, unos dados de mantequilla y gratinamos. Sencillamente delicioso por muy viejuna que sea la receta.
Vamos con ella:
INGREDIENTES:
- 2 centollos o txangurros (preferiblemente hembras)
- 1 cebolleta grande picada en brunoisse (muy pequeñita)
- 1/2 puerro picado en brunoisse
- 1/2 tomate muy maduro pelado
- 2 cucharadas de salsa de tomate
- 1 vasito de brandy
- Aceite de oliva Virgen Extra
- Pan rallado
- Mantequilla
- Perejil fresco
- Sal
PREPARACIÓN:
Comenzamos cociendo los centollos.
Para ello ponemos una olla grande con agua y sal. La proporción viene a ser unos 40-50 gr. de sal gorda por litro de agua. Con el agua fría y sujetando el txangurro por el caparazón para que no nos atrape la mano, lo introducimos en el agua. Una vez comience a hervir, contamos un minuto por cada 100 gr. de peso. Viene a ser unos 10-12 minutos en txangurros de tamaño medio.
Listo, lo sacamos y lo dejamos enfriar. La carne de esta forma tendrá mas consistencia.
Una vez frío o al menos tibio, le retiramos las patas y lo abrimos, separando el caparazón del resto del cuerpo con mucho cuidado de no perder los líquidos y contenidos del interior.
Retiramos las braquias y las desechamos y vamos separando la carne del cuerpo. Con un martillo o un cascanueces rompemos las patas y vamos retirando la carne. Con una cucharrilla retiramos el contenido del caparazón y reservamos con la carne y los corales si los hubiera.
Limpiamos muy bien el caparazón y reservamos.
Vamos con el relleno:
Ponemos un sartén con una cucharada de aceite de oliva a fuego medio alto. Cuando esté caliente añadimos la cebolleta y el puerro picado muy fino, bajamos el fuego y dejamos pochar lentamente. Llevará tiempo, paciencia. Si queréis acelerar el proceso podéis añadir una pizca de sal, pero ojo, que la carne del centollo ya está salada.
Cuando esté pochado el puerro y la cebolleta, añadimos el tomate pelado y cortado en cuadraditos muy pequeños, dejamos cocinar. Para pelarlo o bien utilizamos un pelapatatas dentado, la piel sale de maravilla. O bien les hacemos un corte en la piel en forma de cruz por la zona de la base, ponemos agua a hervir, lo sumergimos 30 segundos, los sacamos a un bol con agua helada para detener la cocción y la piel saldrá sola.
Cuando estén cocinados añadimos el brandy, retiramos la sartén del fuego y acercamos una llama para flambear el contenido. Cuando la llama haya desaparecido retornamos al fuego y añadimos el tomate frito, mezclamos bien y añadimos la carne del txangurro reservada. Damos unas vueltas, lo justo para que se impregne de los sabores y retiramos del fuego.
Con esto rellenamos el caparazón del centollo que tenemos reservado bien limpio. Cubrimos con pan rallado y ponemos sobre ello unos dados pequeños de mantequilla. Gratinamos unos 5-8 minutos hasta que esté tostado y doradito.
Servimos caliente, acompañado de un buen vino rosado o claro. Manjar de dioses os lo aseguro. Un plato sencillo, porque además lo puedes tener preparado con antelación solo pendiente de gratinar. Os puede solucionar el menú en ocasiones especiales, porque además de rico, suele gustar a casi todo el mundo.
A disfrutar.
Virginia.
Clara (Delicias Baruz)
Me encanta la nueva cocina y disfruto mucho con ella, pero no tendría sentido sin esa cocina viejuna que es la madre de todo. Deliciosa receta y espectaculares las fotos. Un abrazo, Clara.
La cocina de Mar
…. y el txangurro era lo que quería hacer yo…a ver si pronto puedo meterme en cocina y todavía hay buenos centollos.
Un besote
Ana Sanchez (Ann Quelosepas)
Pues será comida de viejunos pero no me cansaría de tomarme una centolla todos los días… en mi tierra casi no las vemos y claro, es lo que mas te apetece. Unas fotos preciosas. Me ha encantado.
Un Muac.
Laura
Me rechiflan estas fotos, ya lo sabes
Loladealmeria
Sin palabras me he quedado al ver las fotos, la receta magnífica, pero las fotos, maravillosas ¡¡¡ parecen un bodegón pintado. Fuiste muy aventajada en las clases, im-presionada.Te felicito son maravillosas.
Enhorabuena por el cambio a Wodrpres, esta preciosa la presentación y todo el blog.
Pues nada a seguir superándote.
Bsss desde Almeria
n
Yo siempre lo pido en un restaurante vasco navarro de Barcelona , algún día me atreveré a cocinarlo siguiendo esta estupenda receta.
Gracias
Laura Selene
Que diga lo que quiera “El Comidista” pero te ha quedado un txangurro superior, las fotos son preciosas. Besos.
Ana Melm
Virginia, estoy encantada este mes con el reto de Alia.
Me encanta el txangurro, y la de años que hará que no lo cocinaba! Toda una lección, escoger una buena hembra (lo mío fue suerte, compré un centollo congelado porque en Madrid conseguir marisco fresco es privilegio de algunos barrios, y no es del mío), limpiarla (santo cielo no recordaba ya lo que era limpiar estos bichos) y hacer un txangurrito donostiarra como el que hacía mi padre.
Viejuno, retro y ranciote, pero rico.
Lacajitadenieveselena
Llevo media hora deleitándome con tus fotos Virginia… no le hago ni caso a la receta jajajaja… que siii, es broma!!
Lástima que dejara pasar el momento de hacerlo, me he quedado con las ganas de participar pero en fin… otra vez será…creo que es la primera vez en toda la existencia del reto Tía Alia que Lacajita falla ¿estamos perdonadas no?
Besos y feliz semana.
Nieves
Me voy a ver los caramelos 😉
luisa
Bueno hija, no se por dome empezar, la receta una maravilla pero las fotos, una autentica obra de arte, cada día me fascinas. Felicidades, cuanto me alegro haber contribuido a esta creación y tu quieres luz artificial? Para que xd…
Palmira
Es todo un manjar!!!
Pero menuda faena para prepararlo!
Ya veo que has hecho las cosas a lo grande este mes siendo anfitriona del reto!
Besos y feliz semana,
Palmira
Victoria
¡Madre mía, qué despliegue! Claro, que esta receta no se merece menos. Yo me acerqué más a la versión de Tía Alia porque mis centollos eran más ‘de andar por casa’ y les iba bien más adorno, pero me apunto este tesoro de receta para cuando pille un ejemplar de los de tu tierra, tiene que estar para hacer saltar las lágrimas… Ha sido un placer participar en este reto una vez más, ¡has sido una anfitriona perfecta!
Begoña
Con las fotos de este txangurro te has salido!!!!! Son impresionantes.
Yo creo que esta receta se ha quitado de los restaurantes por el trabajo que supone limpiar el txangurro… volverá. Me comentó mi hermano Iñigo, que ya hay algunos bares y restaurantes que están volviendo a la cocina más tradicional. Yo creo que hay que evolucionar sin remedio, pero perder toda la esencia es una pena. Lo que daría más de uno por poder probar tu receta!!!
Yo lo hago siempre con salsa americana, en vez de con tomate frito, pero la verdad es que es mucho más trabajoso. Y como has podido comprobar, esta vez me he decantado por el txangurro de nuestra tierra, que a mi siempre me ha vuelto loca!!!
Un abrazo!!