Estamos en época de Pascua y toca receta de temporada, pero hoy además recuperando tradiciones.
Se trata de una receta muy especial, porque además de poco conocida, forma parte de la tradición de Gallega. Se trata del Bolo de Ovos (Hogaza de Huevos), un pan que era costumbre prepararlo en las comarcas de O Salnés y Caldas, en Riax Baixas, para obsequio de los Padrinos a sus ahijados, pero cuya tradición desgraciadamente se va perdiendo, principalmente en favor de la Rosca de Pascua, un dulce más parecido al Roscón de Reyes, pero aromatizado con anís, que regalan las madrinas a sus ahijadas, y cuya preparación es más cercana, al famoso Folar de Pascoa Portugués.
Como en cada casa se preparaba a sus gustos y manera, no existe una receta única, pero lo que si se puede asegurar, a pesar de la nula documentacion que hay al respect0, es que se decoraba con huevos crudos y no cocidos, como habitualmente se hace en los panes de Pascua y que se horneaban con el propio pan. Precisamente una de las caracteristicas de este pan, es que en ocasiones esos huevos se rompen al hornearse, (especialmente entiendo que cuando se utilizan hornos de leña con temperaturas altas) y bañan la masa, siendo estas zonas del pan, las que resultan mas sabrosas.
En cuanto a la masa, parece que se preparaba bien con harina de trigo, o con una mezcla de harina de trigo y maiz blanco, un cereal muy utilizado en Galicia y en la zona cantabrica. Aunque el maíz blanco que yo sepa, solo se encuentra en Galicia y poco más. Y que también se trataba de un pan ligeramente enriquecido con la tradicional manteca de vaca
La masa, aunque no incorpore azúcar, al llevar un alto nivel de hidratación y mantequilla, resulta bastante blanda.
El resultado un pan ligeramente abriochado por el uso de la manteca de vaca o mantequilla, con una corteza bastante blanda, pero con corteza de pan, ya que no se le añade ningun tipo de glaseado de huevo o similar. La miga resulta esponjosa y suave y con ese ligero aroma a mantequilla, que le da el punto abriochado y que lo convierte en un pan que, lo mismo lo puedes utilizar para acompañar dulce que para salado.
Este pan, a pesar de lo que véis en las imágenes, debe quedar bastante blanco, pero como yo aun no lo sabía, y en el horno no cogía color, insistí, hasta que conseguí este bonito tono dorado.
A pesar de no haber utilizado masa madre, ni miel o azúcar invertido, pues hemos querido ser lo mas cercanos a la tradición, se conserva nuy bien durante dos o tres días al menos, con la precaución de envolverlo en papel.
Receta: Dificultad media
Tiempo:
- 30 minutos de preparación y formado
- 4 horas aprox. de reposo
- 40 minutos de horneado
INGREDIENTES:
- 500 gr. de harina panadera “El amasadero”*
- 325 gr. de agua
- 50 gr. de manteca de vaca o mantequilla clarificada (ghee) a temperatura ambiente*
- 10 gr. de sal
- 3 gr. de levadura seca
- 4 huevos enteros
* La manteca de vaca es una grasa habitualmente utilizada en Galicia, pero no es más que mantequilla clarifica, es decir mantequilla que se ha calentado lentamente, hasta el punto de que se ha evaporado el agua y se han retirado los solidos lacteos que quedan depositados al fondo durante el calentamiento. Podéis sustituirla tranquilamente por mantequilla sin sal
*Podéis sustituir la mitad de la harina panadera por harina de maiz blanco.
PREPARACIÓN:
La masa la podéis preparar a mano, con el sistema tradicional o con amasadora. Es una masa que aunque incorpora poca grasa y nada de azúcar, resulta bastante blanda, porque es bastante hidratada
Si optamos por la técnica tradicional, mezclamos la harina, con la sal y la levadura y añadimos poco a poco el agua. Obtendremos una masa poco hidratada aun. Añadimos la manteca a temperatura ambiente y mezclamos bien. Amasamos hasta obtener una masa elastica y lisa. Es conveniente que comprobemos si el gluten está bien desarrollado, realizando la prueba de la membrana.
Formamos con ella una bola y la llevamos a un bol ligeramente aceitado, bien cubierta hasta que la masa doble su volumen. El tiempo dependerá un poco de la temperatura de vuestra casa. A mi me llevó una hora y media mas o menos. Pero como hacía frío la introduje en el microondas, junto a un bol con agua caliente. Con ello creamos una especie de armario de fermentacion, que al menos a mi me viene en esta época del año de perillas.
Vamos con el formado:
Una vez nuestra masa ha fermentado, la pasamos a la mesa ligeramente enharinada con ayuda de una rasqueta judía y la desgasificamos suavemente. Retiramos un trocito de masa, del tamaño de una pelota de golf y con al resto le damos forma de hogarza o bola, como vimos en el paso a paso del Pan de Hamburguesa. En este caso, la masa es más hidratada y blanda y quedará un poco mas desparramada.
Con el trocito de masa, hacemos un cordón que pegamos a la masa con un poco de agua, y que colocamos, como véis en la imagen (foto 2), alrededor de la hogaza.
Colocamos los 4 huevos en el interior del cordón, presionando ligeramente (foto 3).
Cubrimos nuestra masa y dejamos levar hasta que doble su volumen. Como en este caso no pude usar un armario de fermentación, por el tamaño de la bandeja, tuve que dejarlo a temperatura ambiente y me llevó unas 2 horas y media.
Para el horneado, precalentamos el horno a 200ºC, calor arriba y abajo y horneamos durante unos 40-45 minutos, hasta que veamos que nuestro folar está cocinado y ha quedado doradito.
Como los huevos los introducimos sin cocer, es posible que se rompan durante el horneado, lo que no me ocurrió a mi, que tan solo se quebró la cáscara de uno de ellos una vez cocinados.
Una vez horneado, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Este pan a pesar de no haber utilizado masa madre, ni miel o azúcar invertido, pues hemos querido ser lo mas cercanos a la tradición, se conserva nuy bien durante dos o tres días al menos, con la precaución de envolverlo en papel.
A disfrutar.
Virginia
Hola, soy Yoram Bar-Am de Israel. En estos meses de Corona me he dedicado a explorar un poco la preparación de panes, panecillos, baguettes y también he incursionado un poco en la preparación de exquisitos pasteles o tartas de queso. Anoche en la tele pasaron una nota relacionada con la espectacular tarta de queso vasca La Viña de San Sebastián. Lo impresionante ha sido que la parte exterior de la tarta estaba recubierta con una capa caramelizada de azúcar, lo que le otorga una textura “crispy” al tomar un bocado. ¿Cómo es posible lograr ese tratamiento? ¿Se acostumbra caramelizar este tipo de tarta? Gracias por tus comentarios.
Yo he comido la tarta de queso en el restaurante que comentas, “La viña” en Donosti, y te puedo asegurar que no lleva capa caramelizada crispy. Está muy dorada, casi quemada, pero no es crispy. Un saludo y muchas gracias por tu visita.
Virginia
Caray, pues la de cosas que se descubren (claro que yo estoy en Coruña y las rías Baixas son otro mundo 😉
Siempre me ha sorprendido eso de colocar huevos crudos en pasteles y hornearlos, pero la idea es muy vistosa. Si lo acompañamos con una loncha de queso (de Arzúa, por supuesto), ya tenemos la cena montada.
Besos!
No son pasteles.En este caso es pan salado, normal, con un toque de manteca,y los huevos ,igual que comer huevos cocidos con pan pero con la vistosidad de que salen juntos del horno.Una estupenda costumbre de las rías baixas , con la que me crié.
Magnifica tierra Helena¡¡¡ Como la echo de menos. Este pan es muy parecido a los Cornites de mi pueblo Santurce. Un pan con huevo y chorizo para la romeria de Cornites el lunes de pascua. Un besote grande
Virginia
Qué maravilla de receta Virginia, no hay que dejar que se pierda.
Bss
Una hogaza preciosa y seguro que muy rica. Hay muchas elaboraciones tradicionales que se han ido perdiendo en favor de otras que son más llamativas, pero no siempre tan buenas.
Besos
Te ha quedado una hogaza estupenda! Y muy de estas fechas. Siempre me sorprende como se ven en lugares muy distintos tradiciones parecidas cada uno con sus toques… Mis amigos rusos pintan los huevos de su brioche de pascua, los griegos los decoran con motivos particulares, otros son cocidos y otros crudos…
¡Cuánto me gustan las tradiciones!
Besos y feliz fin de semana,
Palmira