POLLO EN SALSA AGRIDULCE DE NARANJAS SANGUINAS CON CHIRIVÍAS Y NUECES.

He dudado mucho si subir o no esta receta al blog. No porque no se trate de una receta que no ha pasado el control de calidad, lo ha pasado y con creces, sino porque para la hora en que tuve que fotografiar el plato eran mas allá de las 6 de la tarde de un día gris, oscuro y con mucha lluvia, en definitiva, un día de lo mas bilbaino. Así que las fotos seguramente no reflejan lo riquísimo del plato, ni tienen la calidad que me gustaría.

Pero como en muchas ocasiones os comento, “Sweet & Sour” es ante todo un rincón, donde la gastronomía, los sabores y los platos son lo que priman, así que con fotos escasas y con poca luz, os dejo esta receta, que está de chuparse los dedos, y nunca mejor dicho.

Se trata como dirían los anglosajones de un “Sticky Chichen”, si un pollo” peguntoso”, con una salsa agridulce preparada a base de zumo de naranja sanguina, vinagre, mostaza y sirope de arce, que le da el punto especial. Rematado con unas chirivías asadas y unas nueces y por supuesto con unas rodajas de naranja sanguina.

Si además os cuento que se prepara en un abrir y cerra de ojos, sin casi ensuciar nada y en el horno, convirtiéndose en una cena rápida y especial, creo que ya os he dejado al menos con la mosca detrás de la oreja. Yo solo con oir los ingredientes sabría que es un plato que tendría que probar, si o si.

Lo he preparado con muslos de pollo, que me parecen mas jugosos y mas lucidos en el plato que el pollo completo troceado. Además he utilizado naranjas sanguina, porque me encantan, tienen ese punto ácido especial y ese color que me vuelve loca, pero como la època de la naranja sanguina es tan corta, os animo a prepararlo en cualquier otra estación con naranjas comunes y para mi gusto con unas gotas de zumo de limón para que le den ese toque de acidez que tanto me gusta.

 Si no encontráis chirivías, que os aconsejo buscarlas y probarlas, porque es una hortaliza, que a pesar de su aspecto un tanto desagradable y tosco, en el paladar es dulce y sabrosa.  Podéis sustituirlas por zanahorias, porque como ella es también  una raíz, pero para mi gusto mas sabrosa la chirivái, y asada es un lujo.

Vamos con la receta que es como os digo sencilla y de repetir:

INGREDIENTES:

• 8 muslos o contramuslos de pollo, preferiblemente de corral
• 2 chirivias peladas y partidas en cuartos
• 150 gr. de chalotas
• 3 ramas de tomillo
• 30 gr. de nueces picadas
• 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
• Sal y pimienta recién molida
• Ensalada verde como escarola
• 1 naranja sanguina partida en rodajas gruesas

Salsa agridulce

• 2 naranjas sanguinas en zumo
• 6 cucharadas de sirope de arce
• 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
• 4 cucharadas de vinagre de jerez de calidad
• 2 cucharadas de Mostaza Antigua (con sus semillitas)
• 2 cucharadas de jalea de frambuesa

PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo, y preparamos una bandeja o recipiente de horno, donde quepan los ingredientes sin solaparse, en una sola capa. Es importante. Yo he utilizado mi skillet, que como ya os he contado en mas de una ocasión, le doy uso, en dulces y salados, en el fuego y en el horno.

Salpimentamos el pollo y colocamos sobre la base de la fuente de horno, ligeramente engrasada con una ligerísima capa de aceite, especialmente si nuestra fuente no es antiadherente.

Pelamos las chirivias, las retiramos el corazón mas duro si son grandes y las partimos en cuartos. Pelamos las chalotas y las dejamos enteras.

Acomodamos los vegetales entre los muslos de pollo, tratando que todos los ingredientes queden en una sola capa.

Preparamos la salsa agridulce:

Para ello mezclamos en un frasco de esos de cristal de los que nos sobran de las conservas, que no me engañáis, se que todas guardamos, aunque tengamos 20 ya acumulados, el zumo de las naranjas, el sirope de arce, el aceite, el vinagre, la mostaza y la mermelada o confitura de frambuesa previamente calentada ligeramente en el microondas para fluidificarla. Cerramos la tapa después de mezclarlos y agitamos hasta emulsionar

Vertemos la mitad de esta salsa agridulce sobre los ingredientes que tenemos en la bandeja y procuramos que todos queden bien impregnados de la salsa.

Introducimos en el horno y asamos durante unos 35 minutos.

Extraemos del horno, vertemos el resto de la salsa,  acomodamos entre los ingredientes las rodajas de naranja sanguina y añadimos unas hojas de tomillo fresco. Llevamos de nuevo al horno durante otros 15-20 minutos.

Extraemos del horno y repartimos las nueces picadas sobre todo la superficie. Asamos otros 5 minutos hasta que todo este doradito y cubierto de esa salsa densa y ligeramente pegajosa.

Servimos de inmediato acompañado de una ensalada verde, en este caso escarola, que con ese punto ligeramente amargo le va que ni pintado a esta salsa. Como veís la salsa impregna todos y cada uno de los ingredientes, convirtiendolo en un bocado jugoso y suculento.

Un plato especial para una cena o comida especial, que como véis no nos llevará mucho tiempo, pero quedará absolutamente delicioso, con la combinación de ingredientes y la salsa agridulce.

A disfrutar.

Virginia