Como siempre os suelo decir, preparar pan es una de las tareas más gratificantes que conozco. Cuatro sencillos ingredientes, harina, agua, sal, fermento; y amasar, esperar, bolear, hornear, en definitiva crear sin prisa y disfrutar del proceso y del resutado final, que es mágico.
Pero lamentablemente no siempre dispongo de tiempo, así que aproveché que el pasado sábado teníamos prevista cena informal con unos amigos que hacía tiempo que no veíamos, para prepararlo, ya que en estas ocasiones me gusta servir, siempre que puedo, un buen pan casero.
Como la cena inaguraba la temporada de jardín, que ya iba siendo hora de ver el sol y sentir el calorcito, decidí que iba a ser a base de picoteo, pero de picoteo de calidad, que tapear no significa bajar el pistón. Ibéricos variados y un queso de cabra fresco francés que trajo mi amiga.
Para acompañar este tapeo, elegí una cerveza al mismo nivel, en concreto Alhambra Reserva Roja, una cerveza tostada, intensa, de matiz rojizo y espuma consistente, pero sutil y delicada al paladar. una cerveza especialmente cuidada en su elaboración, que marida a la perfección con este tipo de picoteo.
Con este tapeo, ¿qué pan serviría?
No podía ser sino un pan de cerveza, que preparé usando también la propia cerveza que iba a maridar la cena, Alhambra Reserva Roja. Y es que además, el proceso de elaboración del pan, tiene muchas similitudes con la filosofía que envuelve y crea Cervezas Alhambra, ese crear sin prisas, ese caracter artesanal, de raices granadinas, origen de su nombre.
El resultado de esta mezcla tan especial, no podía ser otro, que un éxito. El éxito de un pan de lujo, que sin embargo no incorpora masa madre, aunque para ser sincera no se la echa de menos gracias al empleo de la cerveza (fermento natural), pero tiene como contraprestación, que es un pan sencillo, y relativamente rápido.
Con poquísima levadura, un pooslish y la ayuda del propio fermento natural de la cerveza, conseguí un pan aromático y ligeramente más dulzón y acervezado; con una corteza clara y muy crujiente y una miga cremosa pero con cuerpo con un alveolado irregular que aguanta perfectamente la humedad del aceite o la cremosidad de un buen queso de cabra fresco.
Os aconsejo hornearlo sobre piedra precalentada y añadir vapor al comienzo de la cocción para conseguir una corteza aun más crujiente.
Es un pan que podéis preparar sin problemas en el día, aunque si os animáis, lo podéis dejar la noche anterior con el primer levado en frío y aun resultará con sabor más intenso. Preparé bastante cantidad, así que sobró, y sorprendentemente estaba delicioso en el desayuno, frotado con tomate y cubierto con aceite. Así que creo que sería un pan ideal también para preparar pequeños sandwiches y emparedados, porque esa miga cremosa y consistente aguanta a la perfección rellenos húmedos, y también ideal para untar buenas salsas.
Un éxito rotundo de cena, porque en la mayor parte de las ocasiones pocas cosas, de calidad pero bien elegidas son la clave. Estas sencillas tapas sorprendieron sobre el pan aromático y dulzón, y maridaron a la perfección con Alhambra Reserva Roja. El resto buena compañía, y esos momentos relajados, en que las prisas de la semana desaparecen, hacen el resto.
Vamos con la receta:
Dificultad: media
Tiempo:6 horas aprox de levados + 25 minutos de horneado
INGREDIENTES: (Para 2 barras de 400 gr. c/u)
Para el Poolish:
- 63 gr. de Cerveza Alhambra Reserva Roja tibia
- 63 gr. de Harina de Fuerza Blanca
- 0,8 gr. de Levadura Seca de Panadería (equivale a 2, 5 gr. de Levadura fresca)
Para el Pan:
- 375 gr. de gr. de Harina de Fuerza Blanca
- 25 gr. de Harina de Fuerza Integral
- 0,8 gr. de Levadura Seca de Panadería (equivale a 2, 5 gr. de Levadura fresca)
- 250 ml de agua tibia
- 7,5 gr. de sal gris
PREPARACIÓN:
Preparamos en un bol grande, el poolish mezclando todos los ingredientes y lo cubrimos y dejamos a temperatura ambiente hasta que comience a subir y cubrirse de burbujitas. Nos llevará entre 3-5 horas depende de la temperatura.
Cuando tengamos nuestro poolish activo, vamos con la masa de pan:
Sobre el poolish añadimos el resto de ingredientes a excepción de la sal y mezclamos bien. Cuando la masa se haya cohesionado, lo volcamos sobre una superficie ligeramente enharinada y lo amasamos. Al de 10 minutos añadimos la sal y seguimos amasando hasta que la masa esté homogénea, fuerte y elástica y se desprenda limpiamente de la superficie de trabajo.
Damos forma de bola a la masa, enharinamos el cuenco y depositamos la masa, cubrimos y dejamos en un lugar calido durante 1 hora.
Volcamos sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada y doblamos la masa, haciendo pliegues hacia el interior girandola simultaneamente sobre si misma. Damos forma de bola y de nuevo al bol ligeramente enharinado. Cubrimos y dejamos reposar 1 hora.
Volcamos de nuevo la masa y cortamos en dos panes de unos 400 gr. cada uno. Damos forma de barra pequeña y lo llevamos a un banetton bien enharinado.
Podéis darles forma de bola u hogaza y dejar reposar en un trapo limpio cubierto con un poco de harina. Para los que me seguís en las stories de Instagram os mostré ambas opciones y el proceso completo. ASí que como siempre os digo, no os lo perdáis.
Cubrimos y dejamos levar hasta que casi doblen su volumen Unas 2 horas aproximadamente a 19-20 grados.
Cuando falte 1 hora de levado, es el momento de precalentar el horno con la piedra en su interior, a 250ºC, calor arriba y abajo.
Cuando nuestras barras hayan levado las volcamos con mucho cuidado sobre una pala o bandeja de horno cubierta con semolina. La semolina permitirá que las barras resbalen al introducirlas en el horno.
Las greñamos o cortamos con una cuchilla o cuchillo bien afilado, para permitir que el aire del interior de la masa, haga crecer las barras de forma ordenada. Yo hice un corte de punta a punta. Vaporizamos el interior del horno. Cerramos.
Ahora con mucho cuidado de no quemarnos, con un golpe seco deslizamos de una en una las barritas sobre la piedra. Vaporizamos de nuevo y cerramos la puerta.
Horneamos 5 minutos a 250ºC, bajamos la temperatura del horno a 220ºC y horneamos 20 minutos, hasta que el pan comience a dorarse y al golpear la base con los nudillos suene a huevo.
Sacamos del horno y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla hasta poder cortarlo.
Disfrutamos con un surtido de ibéricos, queso de cabra fresco y una Alhambra Reserva Roja.
A disfrutar.
- Para el Poolish:
- 63 gr. de Cerveza Alhambra Reserva Roja tibia
- 63 gr. de Harina de Fuerza Blanca
- 0,8 gr. de Levadura Seca de Panadería (equivale a 2, 5 gr. de Levadura fresca)
- Para el Pan:
- 375 gr. de gr. de Harina de Fuerza Blanca
- 25 gr. de Harina de Fuerza Integral
- 0,8 gr. de Levadura Seca de Panadería (equivale a 2, 5 gr. de Levadura fresca)
- 250 ml de agua tibia
- 7,5 gr. de sal gris
- En un bol grande mezclamos todos los ingredientes del poolish, lo cubrimos y dejamos a temperatura ambiente hasta que comience a subir y cubrirse de burbujitas. Nos llevará entre 3-5 horas depende de la temperatura.
- Sobre el poolish añadimos el resto de ingredientes del pan, a excepción de la sal y mezclamos bien. Cuando la masa se haya cohesionado, lo volcamos sobre una superficie ligeramente enharinada y lo amasamos. Al de 10 minutos añadimos la sal y seguimos amasando hasta que la masa esté homogénea, fuerte y elástica y se desprenda limpiamente de la superficie de trabajo.
- Damos forma de bola a la masa, enharinamos el cuenco, depositamos la masa, cubrimos y dejamos en un lugar calido durante 1 hora.
- Volcamos sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada y doblamos la masa, haciendo pliegues hacia el interior girandola simultaneamente sobre si misma. Damos forma de bola y de nuevo al bol ligeramente enharinado. Cubrimos y dejamos reposar 1 hora.
- Volcamos de nuevo la masa y cortamos en dos panes de unos 400 gr. cada uno. Damos forma de barra pequeña y lo llevamos a un banetton bien enharinado.
- Cubrimos y dejamos levar hasta que casi doblen su volumen Unas 2 horas aproximadamente a 19-20 grados.
- Cuando falte 1 hora de levado, precalentamos el horno con la piedra en su interior, a 250ºC, calor arriba y abajo.
- Cuando las barras hayan levado las volcamos con mucho cuidado sobre una pala o bandeja de horno cubierta con semolina.
- Las greñamos o cortamos con una cuchilla o cuchillo bien afilado, Vaporizamos el interior del horno. Cerramos.
- Con mucho cuidado de no quemarnos, con un golpe seco deslizamos de una en una las barritas sobre la piedra. Vaporizamos de nuevo y cerramos la puerta.
- Horneamos 5 minutos a 250ºC, bajamos la temperatura del horno a 220ºC y horneamos 20 minutos, hasta que el pan comience a dorarse y al golpear la base con los nudillos suene a huevo.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla hasta poder cortarlo.
Virginia
Esther
Cómo agradezco las recetas de pan! Y con estas fotos….HMMMMMMM
Yvette
mmmmm. ¡pero qué ganas tenía de probar a hacer un pan de cerveza y qué bien con esas fotos que nos indicas cómo hacerlo paso a paso! Entiendo que para poder disfrutar de este pan debemos empezar por la mañana y lo tendríamos para cenar. Lo intentaré probar este fin de semana largo que nos espera. 🙂
Virginia
Así es Yvette, si empiezas por la mañana, lo tendrás más o menos para última hora de la tarde, dependiendo de la temperatura ambiente.
Pero también puedes hacer el poolish el día anteior y hacer la masa ese tarde hasta los doblados. Entonces la llevas al bol enhariando, la cubres y las dejas toda la noche en el frigo para el primer levado. De esa forma, al día siguiente solo tienes que partir, formar . segundo levado y hornear.
Es una pan sencillo, con una masa muy gustosa de amasar, que no tienes que tener masa madre, pero que es super aromático, con una miga exquisita, cremosa y densa, que aguan muy bien tapas húmedas y que para el desayuno con aceite de Oliva Virgen Extra o con mantequilla está de miedo, porque tiene el punto justo de aroma, pero no tan excesivo que resulte chocante en el desayuno. Ideal
Si te animas me cuentas. Bss y buen finde
Juan Hernández
Hola Virginia. Unas fotos, como siempre fabulosas, son unas fotos dignas de ver. Tienen embrujo como esa cerveza que, por suerte, es de mi tierra. Es una cerveza que me encanta y no dejo de saborearla porque lo merece.
Y este pan que has hecho también se merece ese acompañamiento que le has puesto, unos ibéricos y queso, poco más se puede pedir para disfrutar de una sensacional velada en buena compañía.
Un pan que tiene que estar sensacional, no hago pan pero siempre disfruto viendo los que hacéis y con este he disfrutado mucho máxime siendo hecho con una cerveza que me trae muchos y muy buenos recuerdos de mi juventud. Esta cerveza no estaba cuando podía beberla jj, ahora que puedo me encanta la reserva 1925. Esta que has utilizado la probaré.
Una entrada, como todas las que pones, fabulosa.
Un abrazo.
Virginia
Me alegra mucho que te haya gustado la entrada Juan. El pan está de vicio y además es facilito, animate, te va a enganchar. Pero la cerveza para mi es lo mejor hoy en día en el mercado. La Reserva 1925 es mi favorita también, Esta Roja es más potente pero está muy buena. Bella tu ciudad Granada. Un abrazo