De viaje a Madrid para ir cerrando una “etapa”….
Pero para el fin de semana quiero dejaros una receta, porque me sigue gustando enormemente compartir mis experiencias en los fogones con tod@s vosotr@s, y para que voy a mentiros, también, porque egoistamente el haber preparado esta entrada, me ha ayudado a trasladarme durante un corto espacio de tiempo al pasado, y regresar al presente con energías renovadas.
Os traigo unas galletitas saladas que me encantan. Unas galletas Crackers de parmesano y sésamo, que tienen la peculiaridad de que están hechas en parte con harina de garbanzos.
Cuantos recuerdos. Recuerdos de un tiempo pasado, traído a este presente lleno de emoción, un tiempo pasado que como tan gráficamente nos relató Machado, nunca volveremos a vivir. Tan solo queda en el recuerdo, en el corazón, y a veces como ahora, se abre una puerta y lo dejamos salir para que invada nuestro presente con sonrisas inesperadas.
Pero el pasado, pasado está, y si nos quedásemos ahí, tan solo conseguiríamos estancarnos, como el agua cuando no tiene salida y se pudre. La vida sin embargo consiste en un continuo fluir, como el agua de los ríos que continuamente está en movimiento, nunca pasa por el mismo sitio, nunca es el mismo agua.
Así que como no tengo aquellas “crackers”, pero en este tiempo si he conseguido ampliar mis destrezas culinarias, ando probando y probando, y hoy os traigo unas galletitas, que desde que las probé hará una año, disfruto con ellas una barbaridad.
Son como os decía unas galletas saladas un poco especiales, no son estrictamente unas crackers, sino mas bien una mezcla entre las crackers y las típicas galletitas saladas. El parmesano les concede un punto de sazón estupendo, y la incorporación de la harina de garbanzos, le da un sabor y una textura especiales, que junto al crujiente de las semillas de sésamo, las hacen una delicia.
Son unas galletitas faciles de preparar, lo que mas dificultad entraña es el estirado de la masa para su cortado y posterior traslado a la bandeja de horno, ya que es conveniente dejar la masa lo mas fina posible, lo que supone que luego al cortar las galletitas son mas delicadas. Pero ya vereis que le buscaremos solucion. A favor, el hecho de que se conservan mucho tiempo en lata, claro está, si sois capaces de dejar de picar y picar, porque se comen sin enterarse.
Así que sin mas preámbulos, vamos pues con la receta.
INGREDIENTES:
- 1 cup de harina de trigo todo uso.
- 1 cup de harina de garbanzos.
- 1/2 Tsp de sal.
- 1 tsp de levadura de repostería.
- 2/3 cup de agua templada.
- 1/3 cup de Aceite de Oliva virgen Extra.
- 6 Tbsp de semillas de sésamo (natural o tostado).
- 1/3 cup de queso parmesano recién rallado.
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 205ºC, calor arriba y abajo.
En el bowl de la KA mezclamos la harina de trigo, la harina de garbanzos, el gasificante, las semillas de sésamo y el queso parmesano rallado. Si queréis añadir otro tipo de semillas o especias, este es el momento.
Mezclamos con el accesorio de pala unos segundos a velocidad baja.
Mezclamos a parte el agua templada y el aceite y lo incorporamos a los elementos secos con el motor en marcha a velocidad 2. Aumentamos la velocidad a 4-6 y seguimos mezclando hasta conseguir una pasta homogenea.
Ya sabéis, si seguís la técnica tradicional, simplemente mezclar los ingredientes secos bien, hacer un crater en el medio y añadir los ingredientes líquidos. Mezclar bien hasta obtener una masa homogénea.
Con nuestra masa ya preparada, la dividimos 2 porciones.
Enharinamos la mesa ligeramente, o en su caso ponemos un papel de horno o bolsa de congelación ligeramente aceitada, y con ayuda del rodillo, estiramos las masa lo mas fina posible, como de 0,3-0,4 cm de grosor, para que así en el horno las galletas se hinchen ligeramente. Tratad de darle forma rectangular a la masa estirada, para aprovecharla al máximo en el corte.
La masa es ligeramente pegajosa y tiende a adherirse al rodillo, así que enharinarlo también bien.
Con ayuda de un cortador bien enharinado, en mi caso cuadrado, vamos recortando galletitas y trasladándolas a una bandeja de horno que tendremos previamente cubierta con silpat o con papel de horno.
Como os he dicho la masa es ligeramente blanda y tiende a pegase a la mesa y al rodillo, así que si queréis podéis estirarla y cortarla las galletas directamente sobre un papel de horno y luego trasladar el papel con las galletas a la bandeja que irá al horno. A mi personalmente no me costó excesivo trabajo, y preferí estirarla sobre la encimera y trasladar luego las galletas a la bandeja, así las galletas quedaban algo mas separadas, aunque hay que decir que tampoco crecen gran cosa en el horno. Eso vosotros veréis como os viene mejor.
La masa que sobra, la podéis unir y volver a estirar y recortar.
Listos nuestro cuadraditos con ayuda de un tenedor o un palillo de comida china, las perforamos de forma decorativa.
Repetimos la operación con la restante masa.
Introducimos las galletas en el horno previamente precalentado, durante unos 10-12 minutos. Las galletas deberán hincharse ligeramente y cojer un ligero color dorado, muy ligero.
Sacamos del horno y llevamos a enfriar sobre una rejilla enfriadora.
Cuando hayamos terminado con las 2 tandas de galletas, apagamos el horno y volvemos a introducir nuestras galletas con el horno apagado unos minutos.
Con esto conseguiremos que las que hayan quedado ligeramente blandas queden crujientes sin quemarse.
Se conservan bastante tiempo crujientes si las guardamos en caja de lata hermética, incluso en el frigorífico, para que permanezcan frescas.
Ideales para picar entre horas, o comer de aperitivo acompañadas de una buena mantequilla, o humus de garbanzos, o de cualquier otra cosita que se os ocurra.
Consejos:
– Además de las semillas de sésamo se puede añadir otro tipo de semillas o especias, como paprika, semillas de amapola, alcaravea, tomillo…. que claro está le darán otro enfoque. De hecho yo estuve tentada en esta ocasión de introducir orégano o tomillo, pero sabiendo los gustos en casa, me contuve.
– También podéis sustituir la harina de garbanzos por harina común, y a las que no les guste el queso, añadir algo mas de sal u otro tipo de ingredientes que le de un punto de sazón.
– Os dejo el enlace de Medidas y Conversiones.
Ya veis que son facilitas, así que espero que os animéis a hacerlas y ya me diréis que os parecen.
VIRGINIA
Cristina
Uhmmm…. me las imagino acompañando un hummus casero, mi gran debilidad… Una pregunta: ¿ dónde puedo encontrar harina de garbanzos ?
Gracias por tu respuesta, y por esta magnífica receta
lamardecosas
¡Qué bueno es tener recuerdos tan emotivos de la infancia, verdad? Esos pequeños detalles…
Y sobre las galletas: ¡las tengo que probar! Tienen que estar buenísimas. Nunca había visto harina de garbanzos, a ver si la encuentro fácilmente.
Carmen
Virginia, no se qué me ha gustado más: si la receta o la historia que nos cuentas sobre tu infnacia y tu tío. Es que me has tocado profundamente con tus palabras y ese homenaje que le has brindado. Qué bonita entrada.
No pares de escribir please 🙂
Bss
Inés
Que historia más preciosa Virginia!!
Muchos besos y abrazos.
I.
VIRGINIA
Muchas gracias a tod@s por vuestra visita y vuestros comentarios. Aunque no haya tenido tiempo para contestarlos, sabed que me han hecho mucha ilusion que os hayan gustado estas galletitas y que hayais disfrutado con la entrada. Vuestras visitas me han llenado ayudado mucho en esta semana.
Bss
Virginia
Wayaiu
Qué bonita entrada. <3<3 Y como siempre las fotos preciosas. Me he enamorado de los dos cuencos. Adoro los crackers.
La Cuina Violeta
Virginia, una entrada muy emotiva. Nunca he usado harina de garbanzos, será cuestión de hacerlo.
Nani
ONEGA
Preciosa historia. Y de las galletas crakers…¡ni hablamos! las pongo en pendientes pero urgentemente, porque con esas fotos me has cautivado. Ya me imagino lo crujientes que deben estar.
Besos y pasa buen fin de semana
Paula
Se, afirmo, estoy segura y digo con toda rotundidad, que estas galletas me encantarán 😉
Besos. Paula
Chez Silvia
Que bonita la entrada, yo también tenía un tío soltero que se desvivía por todos nosotros!!! que recuerdos estas crackers, buenos recuerdos….. y yo en mi despensa tengo harina de garbanzos guardada, y un poco se irán a estas crackers. Gracias y besotes
Maryar
La niñez que recuerdos nos trae… olores, sabores, emociones. No se puede separar una cosa de otra.
Una galletitas estupendas.
Muacs
Marga
!Viva Tío Agustín! que te ha inspirado en esta estupenda receta. Es una suerte tener o haber tenido cerca de nosotr@s a personas tan entrañables cuyo recuerdo no se borra nunca. bssss
Justme
Unas fotos divinas y una historia preciosa, me gustan los blogs así que no solamente se dedican a poner los ingredientes y el paso a paso:)
hoysonrioalespejo.blogspot.com
Teresa
Preciosa entrada Virginia, muy emotiva, casi suelto la lágrima porque me ha recordado a mi padre que ya no está. Tu tío era guapísimo, parece un galán de cine y por lo que cuentas era una bella persona!! Es un regalo tener recuerdos tan maravillosos y aunque las personas nos dejen siempre están presentes en nuestra vida y cualquier detalle hace que afloren y volvamos a revivirlos como si fuera ayer y en ese momento, ese minuto, ese segundo, soy muy feliz!!
Nosotros aquí teníamos muchas ventajas, cuando éramos puerto franco, aquí teníamos productos de todo el mundo que no se disfrutaban en la península y nos criamos con auténticas delicias, recuerdo las galletas danesas, productos ingleses de todo tipo y unas confituras sudafricanas que te mueres y que mi padre comía a cucharadas!! Hoy en día ya hay de todo, pero que entrañables son esos recuerdos!!
Estas galletitas las haré, me encanta el picoteo salado!!
Espero que el cierre de esa “etapa” sea satisfactoria y estés muy bien!!
Un abrazo guapa!!!
abril
Creo que las voy a probar este fin de semana!!! me encantan los crackers! Informo…. pero me parecen superbuenas así de parmesano!
Beth
Ils ont l’aire bien délicieux et parfait!
Carlos Dube
Maravillosas crackers, he oído hablar de estas galletas a mis hermanos y mi madre una y otra vez, en su momento fueron un boom. Yo las he probado claro, aunque lógicamente dicen que ya no representan lo que fueron, con la variedad que hay ahora, pasan desapercibidas. Yo lo que hecho de menos en los super y para algunas recetas que tengo pendientes son las galletas de soda, otras que también se hacen desde hace muchos años.
Y… la historia de tu tío Agustín, me recuerda mucho a la historia del tío de uno amigo mío, también super sibarita él desde siempre, y el hombre, que ya es un abuelín, sigue siendo un gentleman solterón y que se puede contar con él para todo, además emana vida por todos lados. Así da gusto!
Un saludo.