Las grandes comilonas de estas fiestas han pasado ya, gracias a Dios. Tan solo nos queda el maravilloso Roscón de Reyes que es uno de mis preferidos, aunque este año con el trajín que hemos tenido en casa, no creo que ni me de tiempo a prepararlo. Por eso la primera entrada del año va destinada a esos Magos que han hecho durante generaciones las delicias de los peques y en esta situación de crisis constante, en que nos encontramos, esperemos que también se encarguen de ayudar a cumplir algunas de los mas mayores.
Eso si, SSMM los Reyes Magos de Oriente no se van a encontrar este año cuando traspasen el umbral de la puerta, mas dulces tradicionales, en esta casa queremos ser algo mas innovadores. Porque este año lejos de polvorones y vinos dulces, encontrarán un sencillo picoteo que esperemos que les agrade. Estos costrinis de Torta del Casar con Mermelada de vino, que estamos seguros que lo agradecerán y mucho, después de tanto mazapán, leche caliente y vino dulce.
Esta propuesta además de servir de tentenpie a Sus Majestades en esta fría noche de trabajo, lo mismo os puede servir a vosotros como sencilla cena rápida para buenas compañías o también como aperitivo de una comida mas copiosa. La cuestión es tener a mano buena materia prima, porque a pesar de su presentación informal, tened en cuenta que se trata de un aperitivo delicatessen total.
Debemos comenzar por el invitado principal de nuestra receta de hoy, el queso, la Torta del Casar, un queso Extremeño cremoso sublime. A los que nos gusta el queso, y somos un poco “ratones”, disfrutamos como enanos de este queso, oloroso donde los haya, de sabor fuerte y punzante. Elaborado con leche cruda de oveja entrefina, cuajado con cardo silvestre durante un espacio de tiempo determinado (50-80 minutos) y a unas temperaturas concretas (28º-32ºC), se consigue un corazón con una crema casi líquida. Este manjar tiene su origen en la transhumancia una determinada zona muy concreta de Cáceres, de ahí su Denominación de Origen.
Pues bien, hoy lo acompañaremos de una mermelada de vino tinto de bodegas Dehesa Vieja, también Cacereña. Una mermelada que le va que ni pintado a este queso, ya que está elaborada con “Dehesa Colección 2008”, un vino que aporta la acidez suficiente para contrastar el dulzor del azúcar, aportando equilibrio, frescor y aromas a frutos rojos Su sabor dulce pero recio, como os digo me parece el acompañamiento perfecto al sabor intenso y punzante de la Torta del Casar. Un contraste de sabores sublime.
Por ultimo un vasito de buen vino, y unas lascas muy finas de fruta fresca (manzana y pera con frambuesas) hacen el resto refrescando el paladar.
¿Acaso pensáis que se precisa de mas para disfrutar algo tan exquisito como este queso?.
Todos los ingredientes de esta deliciosa cena, como os he avanzado, los disfruto gracias a la generosidad de LAMIJARA, una tienda gourmet on line, de productos delicatessen extremeños, que me hizo llegar un paquete, no solo con este queso y con esta mermelada, sino con aceite, pimentón de la Vera, y otras exquisiteces de esta tierra recia y fuerte. Desde aquí mi agradecimeinto a Laura y su equipo. Desde que los conozco ya se la tienda de confianza para mis productos gourmet Extremeños.
Vamos con la receta, o casi propuesta en este caso:
INGREDIENTES: (Para 4 personas)
- 1 Baguette de masa madre
- 1 Torta del Casar de unos 600 gr.
- Mermelada de Vino tinto “Dehesa Vieja”.
- 1 Manzana
- 1 Pera
- Frambuesas frescas
PREPARACIÓN:
La Torta del Casar es mejor no conservarla en la nevera. No obstante si no hemos tenido otro remedio, debemos sacarla al menos 30-45 minutos antes para que se atempere y su interior consiga el punto cremoso que la caracteriza. Yo en mi caso no lo hice con el tiempo suficiente, y quedó algo mas densa. Ya sabéis como dice en refranero popular…. “consejos vendo que para mi no tengo”.
Ayudados de una mandolina, cortamos finas rodajas de manzana y pera. Tan finas que nos resulten traslucidas. Barnizamos con un poco de zumo de limón para que no se oxiden y reservamos.
Por último, cortamos la baguette en finas rebanadas, un poco al biés. Las tostamos en el tostador, de forma que queden crujientes, pero no secas. Os aconsejo una vez tostadas guardarlas cubiertas con un paño, para que conserven en el calor, hasta utilizarlas en la mesa.
Cortamos la tapa de la Torta del Casar, y la guardamos, no la tiramos, porque nos servirá para conservar el resto del queso sin que se seque. Repartimos cuchillos de queso y colocamos en el centro el pan caliente, junto con la mermelada de vino y unas cucharillas.
Dejamos que el personal disfrute, untando esta delicia y cubriéndola con la mermelada de vino o unas lascas de fruta fresca.
Un buen vino tinto cerca harán el resto.
Os aseguro que será una cena inolvidable.
Consejos:
– Es importante que los panecillos estén calientes, para que el propio queso coja aun mas la textura cremosa.
– Si no localizáis o podéis preparar mermelada de vino tinto, una mermelada de frambuesas le irá tambien de miedo.
A disfrutar.
Virginia
Raquel@TratadeCocinaR
Que rica la torta del Casar uhmmm y las fotos un lujo.Besicos sorianos♡
Milagros Echenique
Lo dicho un lujo delicioso 😀