Estamos en época de espárragos blancos frescos. De poder obtener facilmente en los mercados nuestros espárragos de Navarra. Aunque no se si por mucho tiempo, ya que los agricultores han manifestado que como sigan estas condiciones, ni los van a recoger, no les compensa.
Una pena perder nuestro producto autóctono, el que mantiene activas nuestras tierras y debiera mantener nuestra economía, máxime cuando es un producto de tanta calidad. Pero como suele decirse, “la pela es la pela” y es por desgracia lo que manda en los mercados y en los bolsillos, ahora mas que nunca. No obstante considero que todos, agricultores, consumidores y mercado, debiéramos hacer un esfuerzo por evitar la perdida de productos autóctonos que han venido manteniendo durante mucho tiempo no solo nuestras economías, sino nuestras tierras productivas y nuestros estómagos llenos de calidad y sabor. Pero esto es solo una opinión, quizás de romántica empedernida, con corazón de ecologista burguesa.
Estos que os traigo, son ecológicos y vienen directamente de la Ribera Navarra. Espero que el próximo año pueda seguir preparando receta de Espárragos con Espárragos de Navarra.
El esparrago es básicamente agua (92%) y tiene la particularidad que obtiene su combustible para crecer, del azúcar que contiene, de forma que incluso después de cortado sigue consumiendo azúcar, y endureciéndose, creando esas fibras que son las que desechamos. Por eso, el esparrago se recomienda comerlo recién recolectado, pues a medida que pasa el tiempo se va haciendo mas fibroso
Hoy no os voy a daros un recetón, tan solo vamos a explicar la forma correcta, y mejor, de cocer un esparrago natural para no desperdiciar tamaño manjar, por desconocimiento o exceso de cocción
– En primer lugar, cuando los espárragos llegan de la huerta a los mercados, están ya bastante limpios, no debemos olvidar que están enterrados bajo la tierra como las patatas. Pero hay ocasiones, el esparrago llega lleno de tierra. Por ello lo primero que debemos hacer es lavarlos a conciencia, bajo el chorro del agua fría y retirar todos los restos de tierra. Pero eso si con mucho cuidado.
Hay personas que para lavarlos y devolverles un poco el dulzor, ya que el esparrago tiene un 5-10 de azúcar, les gusta dejarlos a remojo en agua azucarada, un par de horas, pero no es imprescindible. Para mi parecer el truco no consiste en el remojo previo, sino en añadir una cucharadita de azúcar en el agua de cocción, para fijar el sabor, como luego os explicaré.
– Una vez bien lavados, debemos secarlos y pelarlos, retirarles las pieles fibrosas que los cubren y que resultan tan incomodas de encontrar en el espárragos al comerlo. Para ello, ayudados de un pelador de patatas y con mucha delicadeza debemos pelarlos, desde la parte baja de la yema hasta el final del tallo, hasta estar seguros de haber retirado todas esas pieles fibrosas.
– A continuación, les retiramos la parte baja del tallo que es mas dura. Habitualmente 2 dedos por encima del final del esparrago, pero el esparrago te lo dice al partirlo.
– Como los espárragos suelen tener distinto calibre, y la cocción es muy importante, por no decir crucial para mantener su calidad de sabor y textura, es necesario agruparlos por calibres y tratar de cortarlos todos en el mismo tamaño.
– Cuando tengamos nuestros espárragos así clasificados, los atamos en mazos, como veis en la foto, pero con cuidado de no utilizar una goma o cuerda demasiado fuerte que dañaría el tallo. Yo suelo utilizar telas antes que gomas o cuerdas
– Ponemos a cocer agua en una cazuela alta con 1 cucharadita de sal y otra de azúcar por litro de agua. Tened en cuenta que los espárragos deben cocer de pie y que el agua no debe llegar a la yema, la parte mas tierna y delicada, sino justo por debajo de ella.
En mi caso y para conseguir esto, utilizo la olla de cocer pasta, porque permite mantener los espárragos de pie y es lo suficientemente alta para mantenerlos en esta posición cubiertos con la tapa. Utilizo 4 litros de agua y unos 20 gr. de azúcar y otros tantos de sal, pero hay personas que llegan a utilizar unos 13 gr. de sal por litro. A mi personalmente con esta cantidad me parece suficiente, pero vosotros podéis probar y adecuarlo a vuestro gusto.
Cuando el agua rompe el hervor, introducimos el manojo de espárragos, como os digo de pie y cubrimos con la tapa. El agua no debe hervir a bortotones, con un ligero hervor es suficiente.
Cuando vuelve el hervor, contamos entre 12-15 minutos, todo depende del grosor del esparrago y de cuando ha sido recolectado, pues como hemos visto, cuanto mas tiempo pasa desde su recolección, mas tiende a endurecerse y por tanto mas tarda en cocer. Hay ocasiones en que es preciso incluso hasta 25 minutos por la baja calidad del espárrago.
Cuando veamos que el tallo del esparrago es facilmente atravesado por un brocheta de madera, o por el filo de un cuchillo pequeño, apagamos el fuego y dejamos que las puntas del esparrago se cubran con el agua. Tapamos la olla y dejamos con el fuego apagado durante unos 5-10 minutos para que se terminen de cocinar.
Cuidado con no pasarnos, el esparrago admite muy mal el exceso de cocción, quedarían desparramados, aguados y sin sabor. La prueba para saber que hay exceso de cocción es ver como el esparrago se desfibra y ya no está redondito, sino que se aplana. Este es un malísimo síntoma.
Se extraen de la olla y se dejan escurrir ligeramente sobre un papel absorbente. Se acompañan como mas os gusten, con una vinagreta, con una salsa holandesa o simplemente tibios y con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, como en este caso he hecho yo. En otros post, ya os traeré recetas distintas para acompañarlos
El esparrago está delicioso tibio, probadlo. Un autentico majar directo de la huerta y sin demasiados aditamentos
Ahhh y en esta ocasión no me diréis que este plato tiene muchas calorías…..Es un plato rico, sano y muy de verano que espero que os animéis a preparar. No tiene punto de comparacion con los enlatados.
María angeles
Dan ganas de comerselos sin más menuda pinta.Se pueden guardar en la nevera una vez cocidos?Como pueso hacerlo?Un saludo.
Virginia
Se pueden guardar en la nevera, en un tupper para que no cojan olores ni sabores, pero te recomiendo comerlos recien cocidos. Un abrazo.
Virginia
arturo diaz-caneja bustamante
A cada uno lo suyo, Para mi el esparrago de Tudela de Duero.Lo cuezo SIN PELAR, una vez bien limpio. Con los tallos, que cuezo con el resto de esparrago, hago una crema,añadiendo una patata cocida .El agua de coccion o me la bebo o la empleo para hacer un arroz blanco, para lo que, a veces ,uso los tallos. A mi me gusta.El cocerlos sin pelar, lo aprendi en el inmejorable restaurante del antiguo hotel Conde Ansurez, de Valladolid.
maria
Para mi, si que es un recetón Virginia. Estamos acostumbrados a manejar los esparragos verdes y los blancos los consumimos sobre todo envasados, evidentemente de Navarra, no me gustan los de otros ” lugares “. merece la pena pagar un poco mas.
Un magnifico post y toda una lección culinaria, como ya nos tienes acostumbrados. Acompañada de unas magnificas fotos.
Da gusto leer tus entradas.
Gracias por compartirlas.
Saludos cordiales.
Laura
Pero alma de cántaro, qué me haces publicando en finde!!!! a ver si me lo voy a perder!!!! 😉
Me chiflan los espárragos yla verdad es que utilizo la misma técnica para cocinarlos, iba leyendo paso a paso y asintiendo, jajaja… Tengo muchas ganas de ver tus propuestas, este año no me he estrenado aún con los espárragos así que espero ver tus recetas para animarme con algo nuevo este año.
Las fotos súper apetitosas y preciosas…deseando hincarles el diente 😉
Besazos y feliz comienzo de semana!!
Mª Carmen
Buenisimo post !! No los he hecho nunca y eso que me gustan mucho . Esta semana los compro y los preparo tal cual lo explicas y ya te contare el resultado!!!
Gracias por estas fotos tan maravillosas y tus magnificas recetas!!
Mª Carmen
Nuria Eme
Una entrada maravillosa Virginia, y llenísima de consejos más que buenos para los amantes de los espárragos, entre las que me encuentro. Comprenderás que por aquí, se pagan a precio de caviar casi, y que verlos en algunas fruterías es anecdótico.
Aunque he tenido la suerte de vivir en otros sitios, donde sí era habitual comerlos, y ahí si me he puesto las botas. Al menos dos veces en temporada me doy el capricho, la verdad. El resto del año a tirar de los enlatados, pero no tienen comparación en sabor y calibre.
Los tuyos tan bonitos, que hasta de centro de mesa los dejaría en la cocina, jaja, que la vista también disfrute.
Besotes gordos, mi niña y feliz Domingo.
Mónica García Centeno
Muchas gracias por todas las explicaciones, esta semana pasada justo compré un manojo, es cierto que son caros pero en temporada me gusta una o dos veces disfrutarlos porque a las que nos gustan las cosas buenas hacemos de esto nuestro capricho. La semana que viene pondré mi entrada a ver si te gusta. Preciosas fotos Virginia, da gusto. Un besote.
Monie