Una de las verduras que más suelo usar en la cocina, a parte del tomate es la cebolla, y la verdad es que me encanta, le da a todo lo que preparas un punto jugoso y ligeramente dulce riquísimo.
Pero la verdad, salvo la sopa de cebolla, nunca os había traido una receta exclusiva con cebolla.
Así que el otro día aprovechándo estas cebollas preciosas de Fuente de Ebro, que tenía en casa y algún fondo de nevera, preparé esta tarta salada de cebolla caramelizada y queso de oveja que fue todo un exito. Cremosa y con el contrapunto dulce-salsado entre la cebolla caramelizada y el queso de oveja.
Yo la preparé en mi sartén de Hierro Mineral De Buyer, porque quería una presentación más rústica, pero vosotros podéis hacerlo en un molde tracional de unos 20-22 cm
La tarta en si no tiene mucho misterio, pero si os quiero aprovechar para contaros las dos formas que tenemos de CARAMELIZAR CEBOLLA, tanto la forma tradicional SIN AZÚCAR, como la forma más segura de conseguir el caramelizado, CON AZÚCAR. Así que vamos con la receta.
Dificultad: fácil
Tiempo:
- 30 minutos Cebolla Caramelizada y refrigerado de la base (simultaneo)
- 35 minutos de horneado base
- 30 minutos de horneado de la tarta
INGREDIENTES: (Para 1 molde de 20-22 cm)
1 masa quebrada o 1 lámina de pasta brisa
Para la cebolla caramelizada
- 3 cebollas hermosas cortadas en juliana fina (yo Cebollas Fuentes de Ebro con DOP)
- 2 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de azúcar blanco o moreno (opcional)
- 1 Cucharada de Vinagre de Módena(opcional)
- Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
- Sal y Pimienta
Para el relleno:
- 125 ml de leche entera
- 125 ml de nata *
- 2 Huevos “L”a temperatura ambiente
- 1 yema
- 100 gr. de queso de oveja o cabra con personalidad
- sal
- Hojas de Albahaca o Salvia fresca para decorar
*-La nata puede sustituirse por Leche evaporada para hacer más ligera la tarta, aunque quedará algo menos cremosa.
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando la cebolla caramelizada:
Podemos hacerlo de la forma tradicional “sin azúcar”,
Si váis a optar por esta opción, tratad de elegir una cebolla de sabor más suave y dulce, como en mi caso las cebollas Fuentes de Ebro, que os ayudará a caramelizar más fácil:
Cortamos la cebolla en juliana fina y calentamos una sartén grande con AOVE a fuego suave. Cuando esté bien caliente añadimos la cebolla y dejamos que se vaya pochando a fuego suaver, removiendo frecuentemente para que no se pegue, durante unos 30 minutos más o menos, hasta que la cebolla adquiera un color tostado, que no será sino fruto de la caramelizacion y oxidación de los azúcares que contiene la cebolla. Si queremos ayudarla un poco podemos añadir un par de cucharadas de agua.
Si optamos por la caramelización “con azúcar”
Seguimos el mismo proceso, pero cuando la cebolla se haya pochado y esté blanda y transparente, añadimos el azúcar y dejamos que se vaya fundiendo y comience a caramelizarse la cebolla.
Cuando el azúcar se haya disuelto, añadimos el vinagre de módena y dejamos reducir a fuego lento. Una vez evaporado el vinagre tendremos lista nuestra cebolla caramelizada, que será un poco más crujiente que la forma tradicional.
Reservamos y entibiamos nuestra cebolla caramelizada.
Mientras la cebolla carameliza, preparamos la base de masa quebrada, estriramos y refrigeramos.
Precalentamos el horno a 220ºC calor arriba y abajo.
Forramos el molde, pinchamos la base con un tenedor y cubrimos con papel de horno. Ponemos unos pesos de cerámica o legumbres secas y horneamos en blanco durante 30 minutos. Retiramos los pesos y horneamos 5-10 minutos más, hastas que tome color dorado.
Preparamos el relleno:
Mezclamos la leche, la nata, los huevos y la yema y la sal (ojo que el queso se fundirá con el calor y sala)
Montamos la tarta:
Cubrimos la base horneada en blanco, con el queso desmigado, añadimos la crema y repartimos 4/5 de la cebolla caramelizada sobre la crema.
Horneamos durante unos 30 minutos, o hasta que veamos la crema doradita y un tanto firme. Ojo que gana firmeza al enfriar.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Cubrimos con el resto de la cebolla caramelizada que teniamos reservada y con unas hojas de Albahaca o Salvia.
Ideal para disfrutar templada, como entrante o como plato único con una ensalada verde, aunque igualmente deliciosa a temperatura ambiente.
Consejos:
– Si no hace calor se conserva bien a temperatura ambiente de un día para otro y sino en la nevera, aunque no le conviene recalentarse.
*Cuchillo Pallarés mango de Haya, Sartén De Buyer y Bolas de Cerámica de Claudia & Julia.
- 1 masa quebrada o 1 lámina de pasta brisa
- 3 cebollas hermosas cortadas en juliana fina
- 2 cucharadas de agua
- 2 cucharadas de azúcar blanco o moreno (opcional)
- 1 Cucharada de Vinagre de Módena(opcional)
- Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
- Sal y Pimienta:
- 125 ml de leche entera
- 125 ml de nata
- 2 Huevos "L"a temperatura ambiente
- 1 yema
- 100 gr. de queso de oveja o cabra con personalidad
- sal
- Hojas de Albahaca o Salvia fresca para decorar
- - Cortamos la cebolla en juliana fina y calentamos una sartén grande con AOVE a fuego suave. Cuando esté bien caliente añadimos la cebolla y dejamos que se vaya pochando a fuego suaver, removiendo frecuentemente para que no se pegue, durante unos 30 minutos más o menos, hasta que la cebolla adquiera un color tostado. Si queremos ayudarla un poco podemos añadir un par de cucharadas de agua.
- Podemos también no añadir el agua y añadir 2 cucharadas de Azúcar cuando la cebolla esté pochada. Dejar que se disuelva el azúcar y añadir el vinagre de Módena. Dejar que se evapore y listo.
- Reservamos y entibiamos nuestra cebolla caramelizada.
- - Estiramos y refrigeramos la base de masa quebrada, mientras la cebolla carameliza, preparamos estriramos y refrigeramos.
- - Precalentamos el horno a 220ºC calor arriba y abajo.
- - Forramos el molde, cubrimos con legumbre seca y horneamos en blanco durante 30 minutos. Retiramos los pesos y horneamos 5-10 minutos más, hasta que tome color dorado.
- - En un bowl mediano, mezclamos la leche, la nata, los huevos y la yema y la sal (ojo que el queso sala)
- - Cubrimos la base horneada en blanco, con el queso desmigado, añadimos la crema y repartimos ⅘ de la cebolla caramelizada sobre la crema.
- - Horneamos durante 30 minutos, o hasta que veamos la crema doradita y un tanto firme.
- - Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Cubrimos con el resto de la cebolla caramelizada que teniamos reservada y con unas hojas de Albahaca o Salvia.
A disfrutar.
Virginia
Estará riquísima, me encantan las tartas de cebolla y esta con ese toque caramelizado ha de resultar exquisita.
Saludos
Deliciosa María Dolores, te lo aseguro, porque el punto cañero del queso de oveja le da un contrapunto perfecto, al dulzor de la cebolla caramelizada. Bsos
No sé porque pero las tartas de cebolla me saben a otoño y a domingos por la noche cuando casi no queda nada en la nevera :o)
Para caramelizar la cebolla, yo suelo añadir al método tradicional una pizquita de bicarbonato, impresionante! Eso si ojo con las cebollas moradas que quedan con un color feísimo jejeje
Besos,
Palmira
Huele y sabe a Otoño total, a cenita rica de los domingos a la noche, si señor, pero tienes que contarme el truquito del bicarbonato, no lo conocía…Bsos