TIEMPO DE VENDIMIA

Tiempo de Vendimia….

Una de las actividades más especiales en esta época del año, es disfrutar del campo y de la experiencia de la vendimia. El final del largo proceso del cultivo de la uva y el comienzo de la mágia de la producción del vino. Un proceso milenario que cada productor y cada bodega realiza con sus propias técnicas y particularidades, y que acaban determinando los distintos vinos, cada uno con su caracter.

El pasado fin de semana, con un día de sol espectacular, tuve la suerte de disfrutar en Bodegas Campillo, de una experiencia de vendimia a la antigua usanza, con  recogida y pisado de la uva incluido. Y es que hoy en día, como ya sabéis todo está mecanizado y la uva ya no se pisa relamente, sino que se introduce en máquinas que con menos trabajo, les permite obtener ese preciado mosto, que con mucho mimo y dedicación, acaba convirtiendose en vino.

En Bodegas Campillo, una de las bodegas más bonitas de la Rioja Alavesa, situada en el pueblo medieval de Laguardía, cuyo edificio se abre directamente a los viñedos, me dieron la oportunidad junto a otros pocos compañeros, de vivir esa experiencia.

En nuestra visita,  que muchos pudisteis ver paso a paso por stories, recogimos primero el fruto en la viña, unas uvas deliciosas. Luego las pisamos para obtener el mosto, y tengo que reconocer que el pisado resulta de lo más relajante, claro para pisar una comporta de uvas, que son las barricas esas donde tradicionalmente se ha recogido la uva, imagino que si tienes que pisar toda una viña, supongo que no tanto. Y finalmente probar el zumo.

Antes, nos habían mostrado la bodega y explicado todo el porceso milenario que conlleva la produccion del vino. Aprendí una barbaridad.

Y como es la única bodega que en su interior dispone de un  museo, una galería de arte contemporaneo “Campillo Creativo” con obra tanto pictórica como alguna escultura también, nos lo mostraron también.

¿Sabíais que la construcción del museo Guggenheim de Bilbao, se gestó en estas bodegas?

Me encantó

Conocimos sus 8 vinos, catamos el blanco y el crianza y disfrutamos de una pequeña comida en el pórtico de la bodega.

Un día fantastico que terminamos con una vista al pueblo de Laguardía, que os aconsejo encarecidamente.

Deseando repetir la experiencia, con una luz más adecuada para traeros fotografías bonitas. Las 12:00 del mediodía la luz era casi cegadora, a pesar de estar casi en Octubre.

 

A disfrutar.

Virginia