El mes pasado os presenté el portal de BBK Azoka, que para los que somos de Bilbao y alrededores, que no se me sulfure nadie de la provincia de Bizkaia ;), es una oportunidad de conseguir on line, puerta a puerta, directamente del productor y sin gastos de envió, todos esos productos de calidad que solo conseguimos habitualmente en los mercados de productos locales. En aquella ocasión trajimos una chuleta de ternera ecológica que preparamos a la parrilla con una salsa chimichurri de saltar las lágrimas, y como no, os dejamos los 10 mandamientos para asar correctamente la carne.
Esta semana os traigo un clásico de nuestra gastronomía, el queso de Idiazabal, con una propuesta para servir en la mesa que seguro que no os van a defraudar, fácil, deliciosa y de lo más resultona.
¿Quien no conoce el queso Idiazabal?, el queso del Pais Vasco y Navarra por excelencia. Hecho con leche cruda de oveja latxa (solo oveja latxa) y curado por un plazo mínimo de 2 meses. Es un queso de textura un tanto cremosa pero firme, olor intenso a oveja y regusto picante. El más conocido es el ahumado, aunque la versión natural para mi, permite saborear este queso en su verdadera intensidad.
Su denominación de origen es bastante actual 1987, y agrupa a mas de 500 productores de leche. Es importante saber como os digo, que un queso de Idiazabal auténtico solo se elabora con leche de oveja latxa, una oveja de pelo largo y aspero (latxa en euskera significa aspero) e ideal para la climatología donde se cria. La oveja latxa tiene una produccion de leche muy inferior a la oveja tradicional y eso precisamente, junto a la finura de su sabor hacen este queso más especial.
Si vas a degustar este queso asegurate que compras el auténtico con su D.O., y si tienes a tu disposición comprar uno de calidad, como el queso Idiazabal Pagobieta que por algo ha sido medalla de plata de los “World Cheese Awards” los años 2013, 2015 y 2016, no lo dudes. El queso Idiazabal Pagobieta procede de una explotacion familiar con 250 cabezas situada en Ubidea (Vizcaya), junto al parque Natural de Urkiola, un pulmón natural y una belleza como podéis comprobar por las imágenes. Este queso se elabora de manera artesanal adaptada a las nuevas tecnologías y siempre alimentando sus ovejas latxas con forraje y materia prima de la propia explotación.
A mi el queso Idiazabal me encanta comerlo en cuñas o dados, acompañado de un buen pan de masa madre, un buen vino tinto y con algo de fruta fresca. Si además lo presentas de una forma vistosa, tienes el éxito garantizado, te lo aseguro.
Aunque cuando tiro de Idiazabal para el picoteo, me gusta añadir siempre unas tejas de Idiazabal que suelen encantar y no te cuesta nada prepararlas, rallas 250 gr. de queso, haces unos discos con el queso sobre un papel de horno, y los horneas unos 8 minutos a 180ºC, hasta que se empiezan a dorar por el exterior. Receta supe sencilla, e ideal para darle un toque a tus preparaciones.
Y ojo que el queso de Idiazabal no termina ahí, puedes utilizarlo para elaborar multitud de recetas de pintxos, como esta croquetas de Idiazabal con crujiente de avellanas que les harán saltar de sus asientos, o un helado de Idiazabal y porque no esta cheesecake de idiazabal sin horno con compota de fresas, y servida en vasitos, que os convertirá en los reyes de la velada.
Esta versión es ideal para servir este postre de forma individual y de una forma vistosa y además tiene de bueno que lo preparas en pocos minutos, sin encender el horno.
Corre a por la receta, que es de esas de las que no puedes perderte. La encuentras pinchando en este enlace del blog de bbk azoka.
¿Cúal será el producto del mes de Julio? Se admiten apuestas
A disfrutar.
Virginia
Sientatealamesa
Me fuatan mucho losnpostres en tarro este tiene muy buena pinta.