Ya son unos cuantos años con el blog, en Diciembre 5 añitos, madre mía, y me he dado cuenta a lo largo de este tiempo, que hay recetas riquísimas que como no tienen fotos actualizadas no tienen la misma aceptación que otras nuevas. Es lo que le ocurre a esta receta, pura golosonería, y en casa es un fijo del otoño en cuanto empiezo a ver las calabazas Potimarron en el mercado, y sin embargo en los últimos años no era una receta tan visitada.
Así que me he decidido a actualizarla y a la vez incluir alguna que otra novedad. De hecho la anterior receta la hice con calabaza Vasca, mucho más insípida que esta Potimarron, porque por aquel entonces aun no teníamos acceso tan fácil a otros tipos de calabazas, como hoy en día, que puedes encontrar tanto esta Potimarron, como la butternut o cacahuete, que son las variedades que os recomiendo para esta receta.
Así que vamos a sacar nuestra colección de calabazas del cajón y vamos a elegir cúal utilizar….
Me he decantado para preparar de nuevo esta receta, por la variedad Potimarron porque como tiene una piel tan fina, puedes comerla, y ese gusto a castaña y a fruto seco le va que ni pintado a la cobertura crujiente de parmesano y a la crema de Eneldo y Limón.
Estas cuñas son una autentica delicia, con esa textura semicremosa de la calabaza asada y el punto entre ligeramente dulce a fruto seco y salado del Parmesano. Sirven lo mismo para acompañar un plato principal de carne o pescado, como por ejemplo un delicioso el roastbeef, como para comerlas como primer plato o aperitivo, con esta crema de eneldo, que es como a mi mas me gustan.
La receta sencilla, del Chef de Jerusalem, internacionalmente conocido, Yotam Ottolenghi, en su libro “Plenty“.
Vamos con el plato, que es de lo más sencillo y resulton:
Dificultad: Fácil.
Tiempo:
- 10 minutos de preparación
- 30 minutos de horneado
INGREDIENTES:
- 700 gr. de calabaza Potimarron u Hokkaido con piel
- 50 gr. de queso Parmesano recién rallado
- 20 gr. Pan rallado del día anterior.
- 6 cucharaditas de Perejil picado
- 2 1/2 cucharaditas de Tomillo finamente picado.
- La ralladura de 2 limones grandes.
- 2 dientes de ajo exprimidos.
- 60 ml de aceite de oliva
- 120 gr. de sour cream*
- 1 tbs de eneldo picado
- Sal y pimienta blanca molida
*Podéis sutituir la “sour cream” o crema agria por 100 gr. de queso cottage y 1 yogurt Bio desnatado. Resulta delicioso y con una textura muy especial
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 190ºC, calor arriba y abajo.
Lavamos bien la calabaza, pues nos vamos a comer también la piel. Si utilizáis la variedad butternut o cacahuete, no es necesario, pues su piel no es comestible, es más dura y gruesa.
Cortamos la calabaza en cuñas de 1 cm de grosor, les retiramos las pipas y depositamos las cuńas sobre un bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Antes de depositarlas , salar la cara que irá en la parte inferior contra el papel.
Preparamos la cobertura crujiente.
Para ello, mezclamos en un bowl pequeño, el parmesano, el pan rallado, el perejil, el tomillo, la mitad de la ralladura de limón, el ajo y una pizca de sal, ya que el Parmesano es de por si salado.
Barnizamos generosamente las cuñas de calabaza con aceite de oliva y cubrimos con la cobertura crujiente. Debe quedar bien cubierta y la capa debe ser de unos cuantos milímetros, nada de espolvorear tímidamente la mezcla sobre la calabaza.
Con ayuda de los dedos presionamos suavemente la cobertura, para que se fije mejor a la pulpa de la calabaza.
Introducimos la bandeja en el horno a media altura, durante unos 30 minutos o hasta que veamos que la calabaza está blandita y cede al introducir la punta de un cuchillo.
Si durante el horneado, vemos que el tooping empieza a dorarse demasiado, lo cubriremos con papel de aluminio. Si vemos que le cuesta, podemos posicionar la bandeja en el tercio superior del horno.
Sacamos del horno y dejamos entibiar sobre una rejilla.
Mientras las cuñas se hornean, preparamos la Crema de Eneldo.
Mezclamos bien en un bol pequeño, la “sour cream”, el eneldo, el resto de ralladura de limón, la sal y la pimienta blanca, o en su caso el queso cottage y el yogurt en sustitución de la “sour cream”, para preparar el acompañamiento.
Servimos las cuñas crujientes templadas con unos espárragos trigueros al vapor, y ensalada de rúcula, acompañadas con la crema de eneldo a un lado.
Delicioso y sencillo. Las cuñas tienen un punto crujiente con un toque sabroso gracias al Parmesano las hierbas aromáticas y el ajo, pero a la vez fresco por el toque de limón y el eneldo.
Si aun no habías visto la receta, y os animáis a probarla, ya me lo contaréis.
- 700 gr. de calabaza Potimarron u Hokkaido con piel
- 50 gr. de queso Parmesano recién rallado
- 20 gr. Pan rallado del día anterior.
- 6 cucharaditas de Perejil picado
- 2½ cucharaditas de Tomillo finamente picado.
- La ralladura de 2 limones grandes.
- 2 dientes de ajo exprimidos.
- 60 ml de aceite de oliva
- 120 gr. de sour cream*
- 1 tbs de eneldo picado
- Sal y pimienta blanca molida
- *Podéis sutituir la "sour cream" o crema agria por 100 gr. de queso cottage y 1 yogurt Bio desnatado. Resulta delicioso y con una textura muy especial
- Precalentamos el horno a 190ºC, calor arriba y abajo.
- Lavamos bien la calabaza y la cortamos la calabaza en cuñas de 1 cm de grosor.Las depositamos sobre la bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Salar antes de depositarlas, la cara que irá en la parte inferior contra el papel.
- Preparamos la cobertura crujiente.mezclando en un bol mediano, el parmesano, el pan rallado, el perejil, el tomillo, la mitad de la ralladura de limón, el ajo y una pizca de sal, ya que el Parmesano es de por si salado.
- Barnizamos generosamente las cuñas de calabaza con aceite de oliva y cubrimos con la cobertura crujiente. Debe quedar bien cubierta y la capa debe ser de unos cuantos milímetros.
- Con ayuda de los dedos presionamos suavemente la cobertura, para que se fije mejor a la pulpa de la calabaza.
- Introducimos la bandeja en el horno a media altura durante unos 30 minutos o hasta que veamos que la calabaza está blandita y cede al introducir la punta de un cuchillo.
- Si durante el horneado, vemos que el tooping empieza a dorarse demasiado, lo cubriremos con papel de aluminio.
- Sacamos del horno y dejamos entibiar sobre una rejilla.
- Mientras se hornean las cuñas mezclamos en un bol pequeño, la "sour cream", el eneldo, el resto de ralladura de limón, la sal y la pimienta blanca, o en su caso el queso cottage y el yogurt en sustitución de la "sour cream", para preparar el acompañamiento.
- Servimos las cuñas crujientes templadas con unos espárragos trigueros al vapor, y ensalada de rúcula, acompañadas con la crema de eneldo a un lado.
A disfrutar.
VIRGINIA
Lidia
Hola Virginia, hace poco que he descubierto tu blog y me encanta, tanto por el diseño, la belleza de las fotos, pero también por el contenido. Tienes recetas fantásticas que me encantará hacer y compartir. Ante estas cuñas de calabaza una no se puede resistir!!!!!!!!
Te felicito.
Virginia
Muchas gracias Lidia ¡¡¡ Un placer leer cosas tan bonitas. Deseando estoy de ver alguna de esas cositas que te han gustado. Un besote fuerte y encantada de descubrir yo también a una nueva seguidora detrás de la pantalla.
Inés
Virginia, ¡qué ganas de probarlas y qué ilusión que hayas reeditado la receta!
Tienen un aspecto delicioso, felicidades!
Virginia
Me alegra mucho que te haya gustado Inés. La verdad es que yo creo que ha ganado bastante y espero que ahora la gente la vea más. Bsotes y gracias por tu visita.
Palmira
Pues que te lo creas o no las fotos originales de esta entrada años atrás convirtió esta receta en la que no me había fijado en un clásico en casa!! alternando con butternut pequeña casi sin semillas y potimarron :o)
Una receta exquisita que no falta en casa cuando tenemos visita en otoño y con estas fotos nuevas, ¿cómo resistirse?
Besos y feliz semana,
Palmira
Virginia
¿Verdad que es rica? Es una golosonería. Por aquel entonces, creo que fue allá por el 20212, hasta me parecieron bonitas las fotos, pero con el tiempo ha ganado tanto espacio la fotografía en el blog, que la gente, ya no se acerca tanto a recetas antiguas como esta, aun siendo exquisitas. Es una pena, lo que hace la imagen ¿verdad? Me alegro que en tu casa como en la mía sea un fjio. Un besote grande Palmira.
María
Virginia! una vez más enhorabuena por tu blog… Ahora que he iniciado mi etapa “panadera” vuelvo a tus recetas de PANES que son super-didácticas y muy útiles!
Virginia
Como me alegro María. Deseando ver tus panes 😉 Un besote gordo.